La siesta - texto

 

La siesta, el yoga ibérico 

José Rodríguez Pavón. La siesta es una práctica que consiste en dormir un sueño corto después del almuerzo para recuperar la energía perdida durante la digestión. No es un fenómeno particular de España: la podemos encontrar también en Latinoamérica, Italia, Grecia, China, Oriente Medio y el norte de África. La palabra “siesta” en español procede de la hora sexta romana, después del mediodía según el reloj solar, la hora de más calor. 

Con frecuencia, en los países que no practican la siesta existen ideas falsas sobre ella. Algunos extranjeros piensan que los españoles, por ejemplo, cierran sus comercios de 13:30 a 16:30 para dormir, y llaman erróneamente “siesta” a esa pausa laboral. Otros se acuestan muy tarde durante las vacaciones y compensan la falta de sueño nocturno durmiendo dos o tres horas después de almorzar al día siguiente, con la creencia falsa de que están practicando la siesta. Sin embargo, una auténtica siesta es independiente de las horas de sueño habituales.  

Otro mito dice que la siesta es una costumbre. Arriba la hemos definido como una práctica, pues no hay que considerarla exactamente un hábito, sino más bien una reacción fisiológica que depende del horario de las comidas. En España, el desayuno es pobre y el almuerzo abundante, así que un breve descanso al mediodía es una respuesta natural del cuerpo.

Por otra parte, la mayoría de las personas duerme la siesta en un sillón cómodo o el sofá y, por tanto, no es normal ponerse el pijama o bajar las persianas.

¿Cómo dormir una buena siesta? Es importante que la siesta sirva para reanimar el organismo sin romper el ritmo de las actividades diarias. Debería durar aproximadamente unos veinticinco o treinta minutos, durante la fase superficial del sueño. De lo contrario, podemos despertarnos con pesadez de estómago, señal de que no hemos dormido correctamente. Un truco para no superar el sueño ligero es sostener en la mano algún objeto pequeño (las llaves de casa, una cucharilla…) mientras descansamos. Ese objeto se nos caerá de la mano con la relajación muscular que acompaña al sueño profundo y el ruido al golpear el suelo nos despertará.

El escritor español y Premio Nobel de Literatura Camilo José Cela definió la siesta como “el yoga ibérico”.