La Castaña- texto

 

La castaña: la reina del otoño en el Valle del Genal

Felisa Ramos. El Valle del Genal en la malagueña Sierra de Ronda se viste de gala para recibir los primeros colores del otoño: rojos oscuros, carmesíes, amarillos y naranjas. Octubre es un mes grande en este hermoso valle. Todo está preparado para dar la bienvenida a su fruto más preciado: la castaña pilonga. Es conocida y admirada en muchos países de Europa tanto por su dulce sabor como por el brillo, el tamaño y la facilidad para quitar la cáscara.

El proceso de recogida supone una auténtica tradición para los pueblos del Valle (Parauta, Pujerra, Jubrique, Genaguacil…). Los hombres y mujeres deben ponerse guantes de goma antes de recogerlas, para no pincharse con los erizos al sacar la castaña de su interior. Después las colocan en cestas de esparto para su mejor conservación.

La castaña en esta zona es la principal riqueza económica. Muchos habitantes del Alto Genal dedican todo su trabajo a la explotación de este fruto. El cultivo abarca unas 4300 hectáreas, que pueden llegar a producir alrededor de 5 millones de kilos de castañas. De ahí que sea tan esperada la llegada del otoño. Durante los meses de octubre y noviembre se celebra La Fiesta de la Castaña en la que es típico el tostón. Es un momento casi ritual que se repite cada año en la plaza principal del pueblo. Tras hacer un fuego, se les hace un corte a las castañas y se echan en un recipiente grande con agujeros en el fondo. Se asan y luego se reparten a todos los asistentes a la fiesta.

Turistas y habitantes de los pueblos pueden disfrutar del exquisito sabor y olor característicos de la reina del otoño. Además, es un placer caminar entre los castañales sobre un suelo de hojas y erizos con infinidad de tonalidades.

Pero no solo en otoño se pude gozar de estas tierras. La gran belleza paisajística la hacen un ideal destino durante todo el año, ya sea para ir acompañado o en soledad, para hacer senderismo o para disfrutar de su gastronomía. En cuanto al senderismo, hay que decir que existe multitud de rutas establecidas, clasificadas según su dificultad. Los caminantes podrán perderse entre los senderos cubiertos de vegetación y descansar bajo los alcornoques, encinas, pinos, castaños… Todo en el incomparable marco de un bosque mediterráneo único en toda la provincia de Málaga.