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La constitución de 1978 - Texto

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Gramática

 

La Constitución de 1978: efectos en la cultura

Belén García.

La aprobación de la Constitución española el 6 de diciembre de 1978 en referéndum constituye el establecimiento de un nuevo régimen de libertades y derechos, iniciado tras la muerte de Franco en 1975. El Congreso de los Diputados, constituido por sufragio universal en las elecciones celebradas el 15 de junio de 1977, creó una Comisión responsable de la redacción del proyecto de Constitución. Siete diputados fueron elegidos como ponentes para la elaboración del proyecto, todos ellos con ideologías políticas divergentes. Tras un proceso de debate realizado por los diputados y los senadores (345 diputados y 239 senadores, 27 de los cuales eran mujeres), se aprobó el proyecto ratificado más tarde por el 87,78 % de votantes en el que se  preguntaba a los españoles: “¿Aprueba el proyecto de Constitución?”

La cultura española, bajo la nueva democracia, pasó a mostrar visiones desde todos los ámbitos estéticos. El derecho a la creación literaria, artística, científica, a la libertad de cátedra, a la libre expresión, a la libre información, etc., conformaba el nuevo contexto diverso y plural.

La presencia internacional de la cultura española se constató con la organización de eventos en ciudades europeas. Destacó la preparación de un festival cultural en 1985 en Bruselas, Europalia, en el que se mostraron obras representativas desde la pintura del siglo de Oro hasta Picasso y Dalí, así como algunos libros de la Biblioteca Nacional. Asimismo, llegó el reconocimiento internacional a nuestros creadores: Vicente Aleixandre ganó el Premio Nobel de Literatura en 1977 y Camilo José Cela, en 1989.

En territorio nacional, la cultura inició un proceso de diversificación. Los medios de comunicación se transformaban bajo el nuevo orden democrático. Así, aparecieron nuevos diarios: El país (1976) y el Mundo (1989); y la radio y la televisión dejaron de ser monopolios.

En otros ámbitos de la cultura, la actividad se intensificó.  La labor museística aumentó con numerosas exposiciones y con la creación de nuevos espacios. Se inauguraron tres museos: el Centro de Arte Reina Sofía (1986) que albergó el “Guernica”, repatriado en 1981 desde el Museo de Arte Moderno de Nueva York donde había estado desde la guerra civil española; el Museo Thyssen Bornemisza, de Moneo, en 1993; y el Museo Guggenheim, de Frank O. Gehry en Bilbao, en 1997.

La sociedad española respondió asistiendo y participando en actos culturales. Asimismo, asumió ese nuevo orden de libertades establecido por la Constitución de 1978 para mostrarse plural y diversa. 

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