Esta iniciativa persigue utilizar el cine como herramienta didáctica. El uso de la narrativa cinematográfica, con un visionado guiado de las películas, hace aflorar los elementos de contexto que constituyen la base de las acciones de las historias que podemos observar en las películas, y conectarlas con los conceptos e ideas de la macroeconomía. El objetivo es desbordar los límites concretos de las ideas y conceptos que se presentan en las películas y provocar una reflexión más general sobre los conceptos que son objeto de la asignatura.

La toma de consciencia de la manera en que estas ideas y conceptos influyen, abre la puerta a que los alumnos los asimilen y los incorporen como instrumentos en su desempeño profesional.

 

 El dinero y los mercados financieros.

 “Los falsificadores”. Modera: Juan José Torres Gutiérrez (Alteria Corporación Unicaja)

El ciclo se inicia con la película “Los falsificadores “, film austriaco, ganador del Oscar a la mejor película extranjera en 2008, que narra, a través de uno de sus protagonistas, Salomón Sorowitsch, los hechos que rodearon a la Operación Bernhard, una de las operaciones secretas más extraordinarias de la II GM. Se trató de la mayor estafa de la historia, ya que se imprimieron, por parte de las autoridades nazis, más de 130 millones de libras esterlinas falsos durante los últimos años de la II Guerra Mundial. Su objetivo era utilizar el dinero falso para inundar la economía enemiga y rellenar las vacías arcas del III Reich. En el campo de concentración de Sachsenhausen, se aislaron dos barracones del resto del campo y del mundo exterior para transformarlos en un taller de falsificación perfectamente equipado.

Con esta película se intenta ilustrar el papel del dinero y los mercados financieros en la economía, pues la ”Operación Bernhard”  pretendía   quebrar la economía británica inundando el mercado con una enorme cantidad de papel moneda británico falsificado. La película ilustra el carácter del dinero en las economías contemporáneas y su estrecha relación con los mercados financieros, así como el decisivo papel que desempeña la confianza. De hecho, aunque el gobierno británico detectó la falsificación, optó por hacerse el desentendido y permitir que el Banco de Inglaterra aceptara los billetes falsos como legítimos. Con esta decisión Churchill, el legendario primer ministro, perseguía evitar un pésimo precedente que perjudicaría la credibilidad financiera del Reino Unido, lo cual crearía pánico en los mercados internacionales, sobre todo en el estadounidense, su principal acreedor, lo que provocaría la quiebra de la economía británica.