Hoy es un día importante para toda nuestra comunidad universitaria. Y de forma especial para la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales, que añade un nuevo hito a su ya fecunda historia. Hoy, precisamente, uno de sus egresados de aquellas primeras promociones vuelve para ser investido con la máxima dignidad académica.

Hoy, la promesa de fidelidad a la institución, más allá de su significado, es la imagen del prestigio que se refleja a sí mismo.

El profesor Navas es profesor de una universidad pública que sabe motivar a sus alumnos, que enseña a reflexionar, a debatir, a enfrentar el futuro. Y lo que es más difícil, imaginar y planificar ese futuro. Desde la innovación. Desde los valores.

El profesor Navas es un investigador que ha sabido crear escuela. Sus discípulos, los de ayer y los de hoy mismo, le han seguido a través del tiempo. Han bebido de sus fuentes, subrayando y releyendo sus libros, en los que siempre cabe encontrar nuevas respuestas.

El profesor Navas es, pues, esencialmente un universitario que enseña, investiga y crea conocimiento, conocimiento puesto al servicio de la sociedad. El paradigma de universitario al que todos aspiramos.

Él ha puesto en evidencia el valor de la planificación estratégica como la herramienta necesaria para organizar, para emprender, para hacer viable y sostenible proyectos de crecimiento y desarrollo, proyectos que sirven para construir un futuro más sólido. Un proceso, una estrategia, que más allá de las organizaciones empresariales debe ser aplicable, como él indica, también a las instituciones públicas, a las Universidades, a las organizaciones sociales, y porqué no, a cualquier ámbito de la sociedad.

Un proceso complejo y que entraña incertidumbres, pero ¿qué mayor reto para un universitario que manejar la incertidumbre? Los clásicos dicen que donde hay una empresa de éxito alguien tomó una decisión valiente. Alguien se arriesgó a encarar el futuro. Riesgo e Incertidumbre, quizá uno de los mejores entornos donde puede surgir la innovación. No hay mejor estrategia de futuro que la innovación. Allí donde la vida levanta muros, la innovación ayuda a encontrar salidas.

La innovación debe ser una estrategia asumida por todos, por el conjunto de la sociedad. Es lo que distingue a un país líder de los que se quedan inevitablemente atrás. Pero no hay capacidad de innovación donde no hay conocimiento, esta es la base fundamental de la planificación estratégica y de la innovación. Y es lo que nuestro nuevo Doctor Honoris Causa pone de relieve con su pensamiento y con su compromiso. El es la evidencia de ello. Innovación como estrategia. Innovación para crecer dentro de un mundo global, cambiante y competitivo.

Por eso el papel de las universidades es crucial, y si me permiten, especialmente el de las Universidades Públicas, que garantizan la igualdad de oportunidades entre todos los ciudadanos. Las universidades públicas generan y transmiten conocimiento y lo ponen al servicio de la sociedad. Las universidades públicas forman a los profesionales que van a construir la sociedad del futuro.

Pero en un entorno tan cambiante como el actual, nosotros no debemos aspirar sólo a adaptarnos a las nuevas circunstancias. Debemos, y tenemos, que situarnos en el origen mismo de la estrategia del cambio. Tenemos que ser un elemento de transformación de la sociedad. Somos mucho más que conocimiento. Somos Innovación, somos compromiso con la Sociedad, Somos formación en Valores.
 
No me cansaré de propugnar una formación basada en los valores humanos. Lo que distingue a la Universidad Pública es precisamente que aportamos a la sociedad ciudadanos formados en valores. Mujeres y hombres jóvenes con principios éticos sólidamente asentados desde el comienzo de su aprendizaje en nuestras aulas. La ética, los valores sociales, constituyen una opción estratégica de amplio calado. Vivimos los rescoldos de una etapa en la que los valores éticos fueron desbordados por los valores bursátiles. Y en la que el beneficio inmediato se impuso a la sostenibilidad, comprometiendo el futuro de las siguientes generaciones.

Formar en valores a nuestros jóvenes es tal vez la única opción estratégica que no entraña riesgo ni incertidumbre. Es una apuesta segura. Ellos, como responsables futuros de la sociedad, como emprendedores, habrán de tomar las decisiones que afectarán nuestro mañana. Tenemos el deber, y la responsabilidad, de formarles bien. El conocimiento, aunque importante, no basta si no se acompaña de valores.

Y este papel es el que queremos y esperamos que la sociedad reconozca y valore, el papel de los miles  de mujeres y hombres que se esfuerzan por formar a los más jóvenes a quienes van a liderar la sociedad y sus cambios. Entonces no hará falta defender a las Universidades Públicas, entonces no hará falta reivindicar mayores y mejores inversiones en enseñanza e investigación porque será la propia sociedad, los propios ciudadanos los que exijan  que esto sea así.

Y esto es un reto que tenemos que afrontar las Universidades, trabajar con responsabilidad social, con transparencia, rindiendo cuentas de los resultados y los beneficios, convenciendo a todos de que la Educación y la Investigación son las únicas herramientas, la única esperanza, para hacer que la sociedad sea más sólida, más justa y más igualitaria.

Hoy podemos decir orgullosos que la Universidad de Málaga ha incorporado a su Claustro a una trayectoria académica que nació aquí y que nos ha honrado a través del tiempo.  Un universitario comprometido. Un maestro de economistas.

Profesor Navas, como usted sabe esa soleá de Aurelio Sellés termina diciendo:

Le estoy dando tregua al tiempo
A ver si con desengaño
Te vuelves a tu conocimiento

Se acabó, pues, la tregua al viento porque finalmente ha vuelto al origen de su conocimiento; eso sí, sin desengaño, todo lo contrario, con ilusión y con ánimo, con fuerza y voluntad y no sabe con cuanto orgullo lo recibimos.

Profesor Navas, sea usted cordialmente bienvenido al Claustro de la que siempre fue su casa, la Universidad de Málaga.