La electrificación del sector transporte es una pieza clave en la transición energética en la que nos encontramos. La movilidad urbana, para aspirar a cotas altas de sostenibilidad, tiene un reto especial en los vehículos de transporte público. En ese sentido, varios estudios apuntan a que más del 80% de las ventas de autobuses en 2040 serán de modelos 100% eléctricos. En ese proceso, las empresas deben aportar una visión innovadora que muestre cómo será el futuro mediante la búsqueda de prototipos para operaciones alternativas de activos de movilidad.

Esa es precisamente la motivación del proyecto PALOMA (cuyo acrónimo es Prototype for Alternative Operation of Mobility Assets), el primer prototipo mundial de carga rápida por contacto en el suelo de autobuses eléctricos. Se trata de un consorcio compuesto por las compañías ENDESA, Alstom, Mansel y la Universidad de Málaga. La participación de la UMA ha sido liderada por el Catedrático José Antonio Aguado contribuyendo en el desarrollo de las tecnologías necesarias y las pruebas del prototipo.

Esta tecnología está integrada en el asfalto de las últimas paradas para permitir la carga rápida y eficaz del autobús eléctrico mediante contacto directo. Este tipo de sistemas facilitan la integración de los cargadores en el paisaje urbano, no añaden obstáculos a la circulación habitual del tráfico y mejoran la autonomía del autobús, que solo necesitará parar para la recarga completa al final de la jornada. También se he desarrollado un sistema de monitorización avanzado de la red eléctrica de distribución de media y baja tensión a través de un centro de transformación automatizado.

El objetivo de esta iniciativa es duplicar la autonomía de los autobuses sin variar los tiempos de espera de los pasajeros, con el consiguiente avance en la innovación tecnológica que rodea a la movilidad eléctrica.

Esta iniciativa contribuye a posicionar a la Universidad de Málaga como laboratorio de pruebas real y de referencia en electro-movilidad urbana.

El proyecto PALOMA está cofinanciado por la Unión Europea y por el Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial. Cuenta también con el apoyo del Ayuntamiento de Málaga, el Ministerio de Economía y Competitividad.