Con motivo de la celebración del día internacional de la biodiversidad, el pasado viernes 22 de mayo, se celebró un interesante coloquio abierto por parte del profesor del departamento de Botánica y Fisiología Vegetal de la Facultad de Ciencias y Catedrático, Miguel Ángel Quesada, investigador principal del proyecto “Hortsost”: El huerto como recurso para ensayar la gestión sostenible del agua, el suelo y la diversidad en el campus

Durante esta conversación, que llevaba por nombre “Ideas y reflexiones sobre diversidad, sistemas agroalimentarios y su compleja relación” se habló sobre las diferentes problemáticas relacionadas con la biodiversidad, y al final de esta, hubo tiempo para debate.

A continuación, os dejamos un pequeño resumen de la intervención:

En primer lugar, se introdujo el concepto de “Hablar de diversidad es hablar de vida”. Para entender esto hay que saber que la biodiversidad no es estática, es continua en el tiempo; es evolución. Actualmente, nos encontramos ante la sexta extinción masiva a nivel planetario. La tasa de extinción se corresponde a más de 100 especies cada millón de especies al año; además esta extinción es muy llamativa, se debe a causas antrópicas, a diferencias de las anteriores, es deber de la humanidad ocuparse y preocuparse de disminuir estas tasas, lo normal sería una especie por cada millón de especies al año. ¿Cuánto pesa nuestra actividad como humanidad sobre la diversidad? La biomasa en carbono de la humanidad y de los animales con que se nutre supone el 96 % de la masa de los mamíferos en la biosfera (incluyendo los mamíferos marinos); lo que se traduce en que solo un 4 % de la masa en carbono de los mamíferos es silvestre. La biomasa de los animales es un porcentaje pequeño de la biomasa es carbono existente en la biosfera, la mayor proporción se refiere a plantas. Pero, el planeta está siendo sobreexplotado, esto se debe a que somo muchísimos humanos, 7 mil millones de bocas que necesitan ser alimentadas. Hay estimaciones que hablan sobre que pueden llegar a perderse hasta un 30% de especies en el siglo en el que estamos. La razón por la que se extinguen las especies se debe a la pérdida de hábitat por actividades antrópicas, como la tala de bosques para una posterior plantación masiva de trigo, por ejemplo.

El segundo párrafo de este coloquio se titulaba “Mi planeta está amenazado por múltiples frentes”. La Tierra es un sistema complejo formado por subsistemas complejos, los sistemas complejos son estables y se mantienen en un estado de equilibrio transitorio, (reposo antrópico). El planeta “nos cuida” a pesar de la actividad frenética a la que lo estamos sometiendo los seres humanos, esta actividad altera los sistemas complejos de la Tierra. En el año 2009 el mayor problema ambiental no era el cambio climático, era la pérdida de biodiversidad; este problema nos sigue afectado hoy en día. Una buena noticia es que, desde ese año, la emisión de gases que afectan a la capa de ozono y la acidificación de los mares no ha empeorado; esto nos debe servir de antecedente ante la lucha contra la crisis climática y la sexta extinción masiva. Algunos datos relacionados son:

  • Los cambios en los usos de la tierra limitan la biomasa vegetal y su capacidad de fijación de CO2. La biomasa cultivada (2%) no compensa la biomasa perdida. Se están perdiendo sumideros. La mayoría de las veces se pierde biomasa forestal y se sustituye por herbáceas, por lo que la biomasa no se ve sustituida. Más de un tercio de las tierras del planeta, en torno a un 38 % y cerca de un 70% del recurso del agua se dedica al sistema agroalimentario actual.
  • La diversidad y los ciclos biogeoquímicos del nitrógeno y el fosforo están claramente en zona de riesgo. Se producen anualmente más de 500 millones de toneladas de distintos productos químicos de síntesis ajenos a lo vivo. Cuando se liberan están sustancias, que en su mayoría son muy diferentes entre sí, como pesticidas y herbicidas, cuando se transforman en la biosfera, pueden dar lugar a sustancias no conocidas, que no se saben cómo van a actuar en la Biosfera.
  • El Impacto ambiental es el producto del número de personas por la utilización per cápita del recurso. Este modelo de economía lineal actual, que se basa en un modelo energético muy barato es insostenible, es un problema grave.
  • Nos queda muy poco tiempo para actuar, nos encontramos ante un periodo de emergencia climática, y quizás no se le está dando la importancia que se merece.

El tercer título es “Para actuar necesitamos tener esperanza, pero no hay tiempo de esperar”. Nuestros sistemas agroalimentarios deben transitar a modelos que prioricen alimentar a las personas disminuyendo el daño ambiental. Eso pasa por incrementar la diversidad de los cultivos y asociada por disminuir la necesidad de insumos, reterritorializar la producción, relocalizar y estacionalizar el consumo revegetarianizar la dieta y recuperar y revalorizar la cultura agraria. La solución que propone el padre del concepto de biodiversidad, el biólogo Edward O. Wilson, para limitar la perdida de hábitats que causa la estación de especies se llama “La mitad de la Tierra”.

De poco me sirve un planeta seguro si las personas no disfrutan vidas dignas” es el último titular, necesitamos imperiosamente políticas desde lo local a lo global que pongan en el centro a las personas. Necesitamos un suelo social que asegure a todas las personas, unos derechos fundamentales y de acceso a bienes y servicios básicos y un techo limitado por la funcionalidad planetaria.

Acto seguido, dio comienzo el tiempo de preguntas y debate.