banners
beforecontenttitle

El flamenco- texto

Después del título del contenido
Antes del cuerpo del contenido
Trozos html editables
Trozos html editables
Previous 1 / 1 Next
/static/merengue/ /static/merengue/ photo video panoramicview image3d audio
AudioCrucigramaGramática

 

El aporte de los extranjeros al crecimiento y difusión del Flamenco

Daniel Mora Cabello. El interés de los foráneos por el Flamenco no es nada nuevo. Durante el s. XIX hubo cierta predilección extranjera por la cultura española; despertaba bastante interés en los viajeros y literatos del Romanticismo. Davillier, Irving, Ford, Borrow y otros son ejemplo de lo que hablamos. Nació el costumbrismo, que trató el folklore y la cultura popular en todas sus vertientes. En el caso de España reflejando su exotismo, su fuerte personalidad, nacidos del legado que dejaron otros pueblos en la península ibérica. Así que, si indagamos en la literatura, ¿qué encontramos? Que ya, desde muy pronto, el Flamenco provoca un gran interés en los de fuera. Es de agradecer que incluyeran ilustraciones con escenas cotidianas en sus obras, puesto que ayudan a comprender mejor la época. Como peculiaridad, en bastantes aparecen guitarras –o lo que podría ser su instrumento predecesor– junto a gente cantando y bailando. Tal vez eran así las fiestas por aquel entonces. Musicalmente no sabemos cómo serían debido a que las grabaciones llegan un poco más tarde, a finales del s. XIX y principios del XX.

Afortunadamente, este interés ha ido “in crescendo” hasta nuestros días. Muestra de ello es la presencia del Flamenco en algunas universidades españolas y en los conservatorios, donde se incorporó no hace tanto el estudio de la guitarra flamenca, algo que podría parecer normal en España. Sin embargo, lejos de España continúa acogiéndose con entusiasmo este fenómeno. Muestra de ello es la existencia de estudios flamencos en el Berklee College of Music en EE.UU. o la Cátedra de Guitarra Flamenca en Rotterdam desde hace más de treinta años. Por otro lado, en el otro extremo del planeta, en Japón, hay legiones de seguidores que conocen el Flamenco muy bien. Actualmente cuentan con grandes guitarristas, bailaores e incluso cantaores japoneses. Parece ser que las diferencias no son un insalvable obstáculo para ellos. Además, dicho país también facilita la proyección y el crecimiento profesional de artistas españoles a través de espectáculos y docencia. Y no sólo eso: tanto allí como alrededor del mundo, hay establecimientos –especializados en la venta de guitarras y otros elementos relacionados con el Flamenco– que  organizan pequeños conciertos y master classes, con la consiguiente propagación del Flamenco aún más fuera de las fronteras españolas.

Aunque también existe el caso contrario. Cristina Heeren, presidenta de la Fundación que lleva su nombre, apuesta por el Flamenco a mediados de los noventa con una salvedad: dentro de España. Esta hispanista estadounidense interesada por el Flamenco acabó creando un centro donde importantes artistas enseñan hoy a alumnos de diferentes nacionalidades.

Así que, en la actualidad, los extranjeros tienen un interés especial en el Flamenco. Llenan los teatros, asisten a los espectáculos y aprenden a bailar, tocar o incluso cantar en algunos casos. Lo difunden, lo aprecian y lo sienten y, a menudo, le hacen aportaciones que ayudan a su crecimiento y difusión. Así que hoy el Flamenco goza de buena salud. Tal vez sea por el alto nivel técnico de los artistas actuales. Puede que ya se estén rozando los límites de la técnica. Sin embargo, lo más importante no es la evolución del Flamenco, sino las emociones, sentimientos y experiencias generadas entre el público que, en definitiva, es a lo que se debe su éxito y expansión.

 

El Flamenco y el Instituto Cervantes

La labor del Instituto Cervantes por y para la difusión del español es encomiable. En muchas capitales del mundo hay un centro donde aprender español en los que se organizan eventos flamencos con reconocidos artistas. Así, el Instituto Cervantes y sus centros contribuyen al conocimiento y a la difusión de este arte, así como a la creación de nuevos seguidores, muchos de los cuales acaban interesándose para siempre tanto por el español como por el Flamenco.

Después del cuerpo del contenido