FORO PARA LA PAZ EN EL MEDITERRÁNEO

Radiografía del Daesh en España

El Ministerio del Interior mantiene el nivel 4 sobre 5 (riesgo alto de atentado) de alerta antiterrorista desde junio de 2015. Los ataques de París, Niza, Normandía, Bruselas o Baviera han provocado un refuerzo evidente en la seguridad de las grandes infraestructuras de transportes y en las zonas de gran aglomeración de personas en época estival. Sin embargo, los expertos antiterroristas no han incrementado al máximo la alerta. ¿La razón? Que en todos estos meses no ha aparecido un solo dato que apuntara a que los yihadistas estuvieran a punto de cometer un atentado inminente en España. Pero la amenaza del terrorismo islamista contra España, lejos de haber disminuido, sigue siendo «palmaria».
Ese adjetivo es, literalmente, el que utiliza el Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado (Citco) en su último informe trimestral de ‘Evaluación de la Amenaza del Terrorismo Internacional para España y sus Intereses en el Exterior’. En ese documento de 43 páginas, y al que ha tenido acceso este periódico, el gran centro de coordinación de los servicios de información e inteligencia de la Policía, Guardia Civil y CNI hace una verdadera radiografía del yihadismo en España durante los primeros meses de este 2016.
El Citco, en ese documento denominado ‘Informe 376′, se centra casi en exclusiva sobre la potencialidad del autodenominado Estado Islámico. Y sus conclusiones no son especialmente tranquilizadoras. «Daesh cuenta en España, por una parte, con células dispuestas a dar el paso a la acción armada y, por otra, con algunos colaboradores que disponen de armas para llevar a cabo ataques de gran letalidad». «Hasta el momento -señala el informe- no se ha producido la conjunción de la intención de llevar a cabo acciones terroristas a corto plazo y la capacidad demostrada de acceder a armas o explosivos debido a la actividad policial desplegada en los últimos años, pero evidencia la amenaza real que tiene España de sufrir un ataque terrorista de carácter yihadista».
Este serio aviso del gran centro de análisis del Ministerio del Interior tiene su origen en dos operaciones desarrolladas en Ceuta y que han hecho que en la División Antiterrorista del Citco se enciendan todas las alarmas. La primera fue el 23 de febrero cuando una redada hispano-marroquí desarticuló una célula de cuatro individuos que se movía a caballo entre la ciudad autónoma y Nador. Aquel operativo -en el que fue arrestado el conocido como el ‘talibán español’, Hamed Abderrahman Ahmed, quien ya estuvo preso en la cárcel de Guantánamo- tuvo mucha más importancia para los servicios antiterroristas de lo que se dio a entender en un primer momento.
«Este grupo -señala el análisis del Citco- tenía la voluntad plena de cometer atentados terroristas en territorio español y para ello había empezado a utilizar determinados contactos en su entorno para lograr el necesario aprovisionamiento de armas y precursores de explosivos». «Ésta sería una circunstancia más que confirmaría la posibilidad de que células marroquíes o hispano-marroquíes ataquen en territorio español», afirman los servicios de seguridad del Estado.
«Esta operación policial vuelve a poner de manifiesto la presencia en España de células que desarrollan determinadas funciones para el Daesh (reclutamiento, adoctrinamiento, logísticas, etc.) y que tienen entre sus objetivos próximos el transformarse en células operativas para así atentar en territorio nacional», alertan sin ambages los especialistas de información e inteligencia de Interior y Defensa.
El segundo gran toque de atención para el Citco de la vigencia de la amenaza del autodenominado Estado Islámico en los últimos meses fue el hallazgo el pasado 7 de abril de un zulo en un descampado de Ceuta en el que se intervinieron seis armas de fuego, abundante munición, diez armas blancas y una bandera del Daesh.
Inquietante
El documento de los servicios antiterroristas revela ahora datos inquietantes, hasta el momento desconocidos. En ese escondite se halló una memoria USB que «ha permitido conocer que esa célula habría realizado de forma incipiente, al menos, seis informaciones» sobre posibles objetivos. El Citco desvela que concretamente los yihadistas recopilaron información sobre «un polvorín militar, tres centros logísticos de combustible y dos zonas de concentración de personas». Unos seguimientos que «muestran el interés» del Daesh «por atacar bien objetivos militares bien los denominados objetivos blandos (denominación policial para designar atentados indiscriminados contra civiles sin protección especial)».
«Este depósito de armas estaría vinculado a un grupo afín al Daesh y muestra las posibilidades reales que tienen individuos vinculados a esta organización terrorista para disponer de armas automáticas y semiautomáticas dentro de nuestro territorio», apostilla el informe de situación de los servicios de seguridad del Estado, que reconoce que «hasta el momento se ignora la datación de este zulo, que parece de reciente construcción», aunque las informaciones de la memoria podrían remontarse a 2013.
Las operaciones de Ceuta -avisa el ‘Informe 376′- apuntan a la posibilidad de ataques en territorio nacional como los que vienen sacudiendo Europa en los últimos meses: «La constatación de la existencia en España de individuos dispuestos a cometer acciones terroristas y de armas en poder de elementos vinculados al Daesh ha revelado el riesgo real que España soporta de padecer un ataque terrorista de carácter similar a los ocurridos en París o Bruselas».
Salto cualitativo
Otro gran punto de preocupación de los máximos responsables de la seguridad del Estado, al margen de esos terroristas que ya han demostrado ser capaces de hacerse con armas, son «las estructuras logísticas susceptibles de transformarse en células operativas». Según el informe del Citco, estos grupos y su posibilidad de dar un salto cualitativo para pasar a los atentados «constituyen uno de los factores más relevantes respecto a la amenaza que soporta España proveniente del terrorismo yihadista».
Y es que, reconoce el Ministerio del Interior, «el asentamiento en España de células logísticas que desarrollan diferentes trabajos a favor del Daesh o Al-Qaida, como pueden ser el aprovisionamiento de material, la financiación o la captación de nuevos militantes para engrosar sus filas en zonas de conflicto, ha sido una realidad desde hace bastantes años». Con tal volumen de grupos de apoyo -concluyen los especialistas- no sería de extrañar que más pronto que tarde varios de ellos dieran el paso para constituirse en células operativas plenas.
Pero el abanico de amenazas yihadistas que se extienden ante España es aún más amplio. Los analistas de Interior recuerdan en su informe de evaluación que «la labor antiterrorista muestra claramente el asentamiento de individuos radicalizados dispuestos a atentar en territorio nacional». Según el Citco, en España ya se han detectado en el primer semestre del año los tres perfiles más peligrosos de estos yihadistas: los «auto radicalizados, en especial a través de internet, y que simplemente se inspiran en el Daesh o Al-Qaida para cometer acciones terroristas de manera individual», los «radicalizados que se encuentran instalados en España» y «que mantienen contactos con individuos desplazados a zonas de conflicto»; y los que ya han sido captados por reclutadores del Daesh y que «circunstancialmente pueden tener ya la instrucción de esta organización terrorista para atentar en España».
Además -concluye el informe- hay que sumar a toda esta maraña de amenaza la de los yihadistas excarcelados «que poco a poco van cumpliendo condenas y son puestos en libertad». Unos expresos -alerta Interior- que «están más radicalizados que cuando entraron en prisión» y «pueden tomar la decisión de continuar con actividades terroristas» o «realizar labores de captación y proselitismo».

Diario Sur. 07.08.2016. Radiografía del DAESH

170 yihadistas procedentes de España en el ‘califato’

El número de luchadores extranjeros se mantiene en una ascenso leve, pero constante
El número de individuos procedentes de España que han pasado por las filas del ‘califato’ continúa en aumento. Un crecimiento leve, pero constante, según las últimas cifras disponibles de los servicios de Seguridad Nacional. «Durante los últimos meses las cifras de individuos radicados en España de los que se ha tenido conocimiento de su desplazamiento a zona de conflicto han mantenido una similar cadencia a la constatada en el último año y medio. La mayoría de ellos se están desplazando a Siria e Irak, aunque en los últimos meses Libia está emergiendo como otra posibilidad cierta de destino que aún no se ha concretado», apunta el Citco.
Hasta el pasado 11 de mayo, últimos datos disponibles, el número de yihadistas ‘made in Spain’ conocidos por las fuerzas de Seguridad que se había integrado en las filas del Califato era de 170: 153 eran hombres y 17 mujeres. Un año antes, en mayo de 2015, los denominados ‘foreing fighters’ españoles eran 115, de ellos 102 hombres y 13 mujeres. De media, entre cuatro y cinco integristas residentes en España ‘emigran’ a zonas controladas por Abu Bakr al-Baghdadi.

Diario Sur. 07.08.2016. 170 yihadistas españoles en el “califato”

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