Investigadores de la Universidad de Málaga acaban de publicar en la prestigiosa revista Proceedings of the National Academy of Sciences USA un artículo sobre el desarrollo embrionario de los vasos coronarios del corazón. El descubrimiento tiene importante implicaciones en el análisis y diagnóstico de diversas malformaciones fetales de los vasos coronarios y sugiere que la heterogeneidad del endotelio coronario en el embrión es un factor implicado en el desarrollo de la enfermedad coronaria adulta.

El correcto funcionamiento del sistema cardiovascular (corazón y vasos sanguíneos) es esencial para la vida. La alteración de la actividad cardiaca o de los vasos sanguíneos es una de las principales causas de mortalidad y morbilidad en los países occidentales. Un elemento esencial en el mantenimiento de la continua actividad contráctil del corazón es el sistema vascular coronario, que es responsable de irrigar el músculo cardíaco o miocardio.

El sistema vascular coronario está formado por un complejo árbol de arterias, venas y capilares, pero los mecanismos celulares y moleculares responsables de la formación de estos tipos distintos de vasos y de su ensamblaje final en una red vascular continua han sido un misterio durante siglos. En un reciente artículo publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences USA, una de las tres revistas científicas multidisciplinares o generalistas más prestigiosas del mundo, el grupo dirigido por el Profesor José María Pérez Pomares en la Facultad de Ciencias de la Universidad de Málaga, el Centro Andaluz de Nanomedicina y Biotecnología (BIONAND) y el Instituto Malagueño de Biomedicina (IBIMA), revela que el endotelio (tejido que recubre el interior de los vasos sanguíneos) de los diferentes vasos coronarios (p.ej. arterias versus venas) tiene un origen embrionario distinto; esta heterogeneidad endotelial es crucial en la organización jerárquica de la red vascular coronaria durante el desarrollo embrionario y fetal (Cano et al., 2016, Proceedings of the National Academy of Sciences USA 113: 656-661; doi: 10.1073/pnas.1509834113).

Los resultados de este estudio explican una parte de las anomalías congénitas de los vasos coronarios identificadas en niños recién nacidos, anomalías que en algunos casos pueden ser asintomáticas durante la vida del individuo, aunque ocasionalmente se manifiestan en casos graves de muerte por fallo cardíaco agudo (la llamada muerte súbita). Así lo pone de manifiesto otro artículo en el que ha participado el Prof. Pérez Pomares (Pérez-Pomares et al., 2016, Cardiovascular Research 109: 204-216; doi: 10.1093/cvr/cvv251) que hace pública la postura oficial de la Sociedad Europea de Cardiología (ESC), la sociedad clínica de mayor tamaño de Europa, acerca del origen e impacto clínico de las anomalías congénitas de las arterias coronarias.

Estos estudios tienen también implicaciones en el estudio de la enfermedad coronaria en el adulto. La acumulación de colesterol en el interior de los vasos coronarios es un evento cada vez más frecuente en un importante sector de la población y en el que influyen hábitos de vida no saludable (tabaquismo, dieta desequilibrada, estrés, sedentarismo). El resultado de la formación de placas de ateroma por la acumulación de colesterol en los vasos coronarios es una disminución en el aporte de sangre al miocardio, hecho que en los casos más extremos es causa directa del infarto de miocardio (muerte de miocardio por falta de sangre). Nuestros estudios sugieren que el origen diverso del endotelio coronario es un posible factor implicado en el desarrollo de la arteriosclerosis coronaria, una línea de trabajo en la que este grupo de científicos continúa trabajando.

La investigación del grupo dirigido por el Dr. Pérez Pomares está financiada por el Plan Nacional de I+D+i del Ministerio de Economía y Competitividad (MINECO), la Red de Temática de Investigación Cooperativa en Terapia Celular del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII-MINECO), la UE a través del programa Marie Curie-ITNs y el Programa de Proyectos de Excelencia de la Junta de Andalucía.

 

15-2-2016