Todos los centros de la Universidad de Málaga que imparten docencia cuentan ya con un desfibrilador. La mayoría ha concluido ya la instalación y los que quedan, están a la espera de que el Servicio de Prevención realice la visita pertinente para determinar su ubicación ideal.

Con la adquisición de este material se cierra la primera fase de este proyecto, incluido en el programa UMA Saludable. En total se van a instalar equipos en 12 centros de docencia (en dos de ellos se ubicarán dos aparatos, debido a su gran dimensión) y en la Escuela Infantil. Cabe destacar que tanto la Facultad de Medicina como el Complejo Polideportivo ya disponían de desfibriladores, por lo que no ha sido necesario comprarlos ahora.

Ocho personas por cada centro han recibido o recibirán próximamente formación para saber utilizarlos, suministrada por personal habilitado a tal efecto del Hospital Clínico Universitario y gestionada por el Servicio de Formación de la Universidad. También se llevarán a cabo cursos de RCP para los alumnos que lo demanden.

Según el vicegerente de Coordinación y Planificación de Áreas, Cristóbal Moreno, se abre ahora una segunda fase del proyecto en la que hay que valorar el número de aparatos que se van a ubicar en centros de la UMA sin docencia, como por ejemplo el Rectorado, el Pabellón de Gobierno o el edificio de usos múltiples.