La provincia de Málaga se integra, dentro de Andalucía, en el espacio articulado por las Cordilleras Béticas. Es la Andalucía que queda fuera del ámbito de la Depresión del Guadalquivir y que ha sido llamada de diferentes maneras: unas veces oriental (aunque en este caso la provincia de Málaga queda al oeste de dicha Andalucía oriental); otras veces penibética, tomando la adjetivación de la Cordillera Penibética, denominación dada a lo que los geólogos llaman la Cordillera Bética en sentido estricto; algunas veces Andalucía montañosa, y con toda propiedad, porque este rasgo es el que la distingue de las llanuras de la Andalucía baja del Guadalquivir; pero sobre todo mediterránea. 
De la estructuración del medio natural en grandes unidades diferenciadas por sus caracteres de relieve, fundamentalmente, de clima y de vegetación natural surgen los paisajes naturales malagueños sin mucha dificultad ya que es fácil apreciar, con sólo la observación, la entidad de la Serranía de Ronda o la de la Axarquía, así como los contrastes existentes entre la altiplanicie de la llamada Depresión de Antequera y la Hoya de Málaga, sin olvidar el contrapunto que establecen los paisajes costeros con los del interior.