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Los nombres de los españoles

Francisca Miranda. Sin duda, la elección del nombre de pila para un bebé es algo muy importante, ya que ese nombre lo acompañará toda la vida.

Tradicionalmente los españoles les ponían a sus hijos el nombre de abuelos, tíos, etc. Así, hasta la década de los 60, el Registro Civil estaba lleno de nombres como José, Antonio, Manuel y Francisco, para los varones, por un lado y,  por el otro,  María, Carmen y Josefa para las mujeres. También eran muy frecuentes los nombres compuestos: María José,  Ana María…

En los 70, época de cambios políticos, culturales y sociales, también los nombres elegidos fueron cambiando,  así David encabezaba la lista en esos momentos y en la década siguiente, seguido de otros como Javier, Sergio o Carlos. Para las niñas encontramos: Raquel, Sonia y Susana. Beatriz o Sara sustituyeron a los más tradicionales a partir de los 90;  disminuyeron los nombres compuestos y, aunque había una tendencia a olvidar los nombres de toda la vida, curiosamente fue María el más elegido. Había muchos Alejandros, Danieles, Pablos, Sergios…

En la actualidad, según los datos del Instituto Nacional de Estadística, María del Carmen y Antonio son los favoritos. En el otro extremo, están los que se inspiran en sus ídolos o en famosos y llaman a sus hijos Shakira o Neymar; hay quienes recurren a nombres curiosos: Heidi, Abril o Supermán. Como dato curioso hay que mencionar que en una pequeña localidad de Burgos, Huerta del Rey, presumen de tener trescientos nombres rarísimos para sus habitantes. Son nombres en desuso, de raíces germánicas, griegas o latinas: Orencia, Sinclética, Tenebria,  Floripes, Canuto o Rudesindo,…

García es el apellido más frecuente junto con López, González, Rodríguez y Fernández. Como en muchas otras lenguas estos se formaron partiendo del nombre propio del padre (-ez significa hijo de,  por ejemplo González es el hijo de Gonzalo). Otros apellidos tienen origen judío: los de nombres de ciudades (Toledo, Segovia,…) o los que hacen referencia a profesiones (Jabonero, Zapatero,…). El orden de los apellidos tradicionalmente fue primero el paterno y después el materno. En la actualidad son los padres quienes deciden ese orden y, en caso de que no se pongan de acuerdo, será el responsable del Registro Civil el que lo decidirá.

Las formas derivadas del nombre de pila con sentido afectivo (hipocorísticos) son muchas: Cris, Nacho, Chelo, Lola, Manolo, Pepe, Paco, etc.