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Los Toros II Parte- texto

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El mundo de los toros y su huella en el lenguaje popular (II Parte)

Begoña Díez. La cultura taurina tiene un fuerte arraigo en las costumbres españolas, por lo que no es extraño que haya dejado su huella en el lenguaje popular. Son muchas las expresiones que usamos a diario y que tienen su base en el mundo de los toros. Vamos a ver algunas de ellas:

1. Estar hasta la bandera. Con ella queremos decir que un local está completamente lleno, igual que cuando en la plaza están llenos todos los asientos más bajos, la gente ocupa hasta los más altos, que están junto a la bandera. 

 Ej.: Como el estreno de la película ha sido un éxito, el cine hoy estaba hasta la bandera.

 2. Ver los toros desde la barrera. Expresa que es fácil analizar las situaciones difíciles de los demás, igual que los espectadores, protegidos por la barrera de  la plaza, juzgan sin peligro la faena del torero.

 

 Ej.: Dices que me porto injustamente con mi compañera porque no trabajas con ella. Es muy fácil ver los toros desde la barrera.

 3. Cambiar de tercio. En la conversación habitual empleamos esta expresión para decir que cambiamos de tema. Durante la faena, el cambio de tercio supone pasar a una nueva parte de las tres que componen la lidia de un toro. 

 

 Ej.: (Si antes se estaba hablando de otro tema) Oye, cambiando de tercio, ¿te apetece que vayamos a tomar una caña?

 

 4. Coger al toro por los cuernos.  Usamos esta frase hecha para indicar que nos enfrentamos a un problema con valor y audacia.

En ocasiones el torero durante la corrida, por mostrar su valentía, agarra las astas del toro. Es, pues, una demostración de decisión y voluntad.  

 Ej.: Voy a coger al toro por los cuernos y a hablarle claramente.

 

 5. Dar la puntillaLa puntilla es un pequeño machete con el que se da fin a la vida del toro después de haber recibido la estocada. Cuando algo termina en un resultado negativo tras un proceso más o menos largo, se dice también que ha dado la puntilla.

 

 Ej. El pobre anciano está peor de salud porque llevaba enfermo dos meses y ahora la noticia de la muerte de su hermano le ha dado la puntilla.

 6. Torear a alguien. Torear supone dominar al toro en todo momento. Si ocurre al revés, supone un fracaso. Por tanto una persona “torea” a otra cuando se burla de ella o no la trata con respeto. Cuando alguien dice “A mí no me torea nadie”, se interpreta como señal de firmeza, autoridad e incluso cierta arrogancia.

Ej. Voy a tomar medidas con los nuevos empleados ya que no entregan sus informes a tiempo y ¡a mí no me torea nadie!

 

 

El traje de luces

El traje del torero se llama “traje de luces” por los reflejos que producen las lentejuelas que lo recubren. Es de seda y los adornos de plata y oro.

El diestro es ayudado para vestirse y se hace de manera lenta y cuidadosa.

Este traje se compone de las siguientes piezas:

  • Montera: es el sombrero, negro, redondo y con dos piezas salientes en los laterales.
  • Chaquetilla: es una chaqueta corta y rígida, con hombreras, abierta por las sisas para permitir el movimiento de los brazos. Lleva muchas capas interiores para proteger el cuerpo del torero.
  • Camisa: es blanca y va debajo de la chaqueta, así como el
  • Chaleco: bordado por delante con materiales brillantes.
  • Taleguilla: es el pantalón, muy ceñido. Va desde la cintura hasta debajo de la rodilla y se sujeta a los hombros con tirantes.
  • Medias: son de seda color rosa.
  • Zapatillas: son planas y muy flexibles, de color negro y adornadas con un lazo.
  • Corbatín: una corbata corta que se pone por dentro del chaleco.

 

Los trajes de luces se hacen en sastrerías especializadas y su precio oscila desde los tres mil hasta los diez mil euros, según lo que quiera gastar el diestro.

Pesan entre cuatro y cinco kilos, en su confección se tardan unos cuarenta días y no se suele utilizar cada uno más de cuatro veces.

 

 


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