El plan de plan de protección al comercio tradicional se divide en dos fases. La primera de ellas se prolongará durante seis meses y tratará de identificar y analizar aquellos establecimientos comerciales que por su tradición, antigüedad o características singulares sean susceptibles de proteger para favorecer su permanencia y competitividad en el entorno empresarial actual. Durante la segunda fase se desarrollarán estrategias que permitan favorecer la competitividad de los establecimientos. El desarrollo del plan se prolongará durante nueve meses.

 

La primera fase del proyecto consta de tres objetivos: identificar los potenciales establecimientos con una trayectoria histórica; evaluar el interés y las características de dichos establecimientos y diseñar y proponer potenciales líneas estratégicas. Entre otros aspectos, se trata de analizar el modelo de negocio, la antigüedad del establecimiento, el grado de conservación de la arquitectura original, el equipamiento que pudiera tener un valor histórico, su localización, potencial de mercado y la integración de las nuevas tecnologías.

 

Una vez completa esta primera fase, se desarrollarán las estrategias que permitan favorecer la competitividad. Para ello se estudiarán casos de éxito, se mantendrán reuniones de trabajo con agentes del sector y se analizarán las oportunidades y fortalezas del comercio singular. Se estima un periodo de tres meses para el desarrollo de esta fase.

 

El equipo de trabajo estará compuesto por un equipo multidisciplinar de profesores e investigadores de la Facultad de Comercio y Gestión de la Universidad de Málaga con una amplia experiencia investigadora y liderado por los profesores del área de marketing Benjamín del Alcázar Martínez y Carmina Jambrino Maldonado.