LA TECNOLOGÍA DE ÚLTIMA GENERACIÓN DEL CENTRO DE INVESTIGACIONES MÉDICO-SANITARIAS DE LA UMA ATRAE A LA INVESTIGACIÓN PUNTERA EN MATERIA DE NEUROCIENCIA

.

La tecnología de última generación del Centro de Investigaciones Médico Sanitarias (CIMES) de la UMA ha atraído investigaciones punteras que se desarrollan en el citado centro universitario y que se materializan en convenios como el establecido con la empresa Jardín de Junio, que permite el desarrollo de estudios avanzados en diversos campos de la ciencia, entre ellos el sanitario, el uso del lenguaje y la memoria.

Así lo puso de manifiesto el presidente del Jardín de Junio, Luis Castellanos, en la visita que ayer cursó a Málaga, en la que presentó la línea de colaboración que esta empresa innovadora mantiene con el Centro de Investigaciones Médico Sanitarias de la Universidad de Málaga, representada en el acto por el director del centro, Pedro González Santos; el coordinador de área de Imagen Molecular, José Antonio Ruiz, y Víctor Muñoz, director de Secretariado de Investigación de la UMA.

El Jardín de Junio se dedica fundamentalmente a la investigación aplicada en el campo de la neurociencia cognitiva. Para ello colabora con los mejores especialistas y centros de investigación nacionales e internacionales en temas de investigación neurocientífica básica, aplicada y tecnológica. Una de esas colaboraciones tiene como protagonista al CIMES de Málaga, una relación que ha propiciado que la empresa desarrolle su trabajo con personal propio y que busque una sede en la ciudad para desarrollar su trabajo.

Gafas y resonancia magnética

Según informó Luis Castellanos, el CIMES de la Universidad “cuenta con la más avanzada tecnología de resonancia magnética funcional, además de los profesionales expertos que saben utilizar e interpretar los datos que allí se generan”. La línea de colaboración abierta con el centro incluye una aportación económica y la adquisición de unas complejísimas gafas especialmente diseñadas para poder proyectar imágenes dentro del equipo de resonancia magnética. Esto ha hecho posible que se desarrollen investigaciones avanzadas sobre lectura y memoria, cuyas conclusiones saldrán publicadas próximamente.

Añadió que gracias al desarrollo que ha experimentado la tecnología neurocientífica en la última década es posible estudiar el cerebro vivo a través de dos caminos: el electroencefalograma y la resonancia magnética funcional (ubicada en el CIMES), que nos permite localizar qué parte del cerebro está activada cuando se realiza una acción determinada.

En este sentido, el director del CIMES, Pedro González Santos, señaló que la colaboración con el Jardín de Junio pone de manifiesto el objetivo bajo el cual fue creado este centro de investigación: poner la tecnología al servicio de la sociedad. Esta idea fue reforzada por José Antonio Ruiz, quien añadió que “la capacidad de hacer buenos trabajos y buenas investigaciones  revierte siempre en los ciudadanos”.

Conferencias

Siguiendo con los objetivos de comunicar la ciencia, el Jardín de Junio organizará en este mes de noviembre un ciclo de conferencias en el Rectorado cuyo fin no es otro que acercar al público en general las investigaciones en neurociencia cognitiva, especialmente aplicadas al lenguaje y a las emociones.

.

29-10-2009