NOTA:
Semanalmente, el senador, abogado y columnista Joaquín L. Ramírez, se asoma a Málaga y a España a través de su columna “Por ahora”, del diario Sur de Málaga.
Siempre son acertados sus comentarios y reflexiones y siempre son de total actualidad. En esta ocasión trata de forma sintética, como debe ser una columna periodística, el tema del terrorismo y el Islam, introduciendo, según interpretación de esta redacción de la página web, varios apuntes:
El terrorismo que azota al mundo actual, no solo el Occidental, sino de forma global, como hemos visto en Irán y Filipinas, es de carácter islámico, por lo que denominar “terrorismo islamista” es totalmente correcto, aunque algunos políticos españoles (no conocemos comentarios en este sentido de otros países y desde nuestro Observatorio intentamos visualizar todo lo que concierne a esta amenaza), se ofendan ante esta denominación, como si con ella se considerara que todos los islámicos son terroristas, lo cual es un retorcimiento de la verdad, simplemente, como dice el autor, para tender la mano política a diversos sectores.
La reunión de las Azores y el terrorismo no tienen nada que ver. Otra cosa es que en aquella reunión se decidiera el derrocamiento del dictador Sadan Hussein. Pero el terrorismo islamista viene desde muy atrás y ya en 1993 atentaron contra las Torres Gemelas de Nueva York, con un coche bomba en el aparcamiento, muriendo dos decenas de personas y centenares de heridos, siendo la pretensión de aquellos terroristas, que se atribuyó Al Qaeda (terrorismo islamista), derrumbar una de las torres y que cayera sobre la otra, produciendo miles de muertos. En este sentido el profesor Revilla, debería ser cauto en sus declaraciones, porque demuestra una ignorancia supina del fenómeno que azota al mundo.
Algo que subyace en la columna, interpretación de esta redacción, es ¿qué hubiera pasado si la policía española disparara y matara a los terroristas, como ocurrió en Londres y en otros lugares?, pues que la supuesta equivocación de una locutora de televisión de que la policía asesinó a los terroristas, puede que no fuera tal, sino que en España determinados grupos políticos habrían “montado el consiguiente pollo” pidiendo las cabezas de aquellos que dispararon, si tenían órdenes para ello, que la respuesta debiera ser intentar apresarlos, y un largo etcétera. El hecho no es nuevo y ya lo conocimos durante años con el terrorismo de ETA.
Occidente no es culpable de nada y además nuestra civilización de raíz cristiana, no es la que ha impulsado el auge terrorista, dado que lo padecen y con más intensidad otros países, fundamentalmente islámicos.
Es un hecho real que las voces acreditadas de los imanes no se alcen y difundan en su condena al terrorismo de los que dicen matar en nombre de Alá, Dios Misericordioso, el mismo Dios judío o cristiano.
Otros elementos subyacen en la columna de Joaquín Ramírez, pero el protagonista es él y no la nota de esta redacción:
Diario Sur, edición de 11.06.2017