La poderosa agrupación minimizó el alcance de las manifestaciones contra el gobierno de Hassan Rouhani por la aguda situación económica y declaró que el movimiento había terminado. Una vez más acusaron a opositores en el exilio y a Estados Unidos de provocar la agitación.
El Cuerpo de la Guardia Revolucionaria de Irán proclamó el miércoles el fin de las protestas en las que murieron 21 personas y cientos fueron arrestadas tras chocar con las fuerzas de seguridad, poco después la celebración de masivas manifestaciones de apoyo al gobierno.
Durante la jornada del miércoles no se registró ninguna manifestación contra el gobierno, en contraste con las noches anteriores de protestas contra la austeridad económica y la falta de libertad en el régimen teocrático.
El jefe de la Guardia Revolucionaria, Mohammad Ali Jafari, afirmó que el número de “agitadores” ”no había superado las 15.000 personas en todo el país”. Y añadió que podía anunciar “el fin de la sedición”, en unas declaraciones publicadas por la agencia Tasnim, controlada por el grupo.