FORO PARA LA PAZ EN EL MEDITERRÁNEO

Málaga capital euromediterránea

AUTOR: Dr. Rafael Vidal Delgado, Coronel de Artª, diplomado de Estado Mayor; Estados Mayores Conjuntos; Inteligencia Militar Conjunta; Mando de Unidades Paracaidistas; Doctor en Geografía e Historia por la Universidad de Granada, profesor de varios máster, siendo de uno de ellos profesor principal.

No quisiera que estas líneas fueran consideradas como un “ataque” a los catalanes, muy lejos de ello se encuentra mi pensamiento y mi corazón, y al ver mi apellido se podría afirmar alguna raíz catalana y/o menorquina en el nacimiento familiar.

A lo largo de los siglos Barcelona siempre ha estado enfrentada a Málaga, muchas veces de forma inconsciente, pero siempre la Administración del Estado ha decidido en pro de la primera y en detrimento de la segunda.

Cuando Málaga fue conquistada por los Reyes Católicos en 1487, la ciudad quedó despoblada, y dada las condiciones estratégicas de la ciudad y su bahía, los reyes decidieron hacerla base de sus operaciones en el Mediterráneo.

Trasladaron de Baza la fundición de cañones, la cual ubicaron en las Atarazanas, incrementando su producción y su calidad, de tal forma que los cañones malagueños eran demandados por otros estados y las expediciones a ultramar solicitaban incluir en su armamento esas piezas.

También crearon una fábrica de pólvoras, con igual resultado; una “Casa de Bastimento”, que era como la de Contratación de Sevilla, pero para las expediciones mediterráneas. Se creó la primera escuela de Artillería de España, tanto para la técnica de la función como la fabricación de pólvora o el uso de los cañones.

De Málaga salieron expediciones tan importantes como la del Gran Capitán para la conquista de Italia, la del cardenal Cisneros para la de Orán y otras que en mis numerosos escritos sobre estos temas he dejado plasmado en libros y artículos.

Fue además una de las tenencias de capitanía general de artillería de la monarquía hispánica.

Como anécdota, la segunda capilla de la primitiva catedral de Málaga (la mezquita), la antigua catedral y la actual, aparte de la capilla de la Virgen de los Reyes, se encuentra la de Santa Bárbara, dado que el 90% de la población del siglo XVI vivía de la artillería, cuya Patrona era.

Barcelona fue recelosa a estos privilegios y más teniendo en cuenta que Fernando V era monarca de la Corona de Aragón, a la cual pertenecía la actual Cataluña. Disturbios hubo en el principado, de tal manera que los reyes se trasladaron a Barcelona y así con su autoridad calmaron aquellos celos. Todo recordamos que Colón en el regreso de su primer viaje fue recibido por loa reyes en Barcelona, confirmando lo anterior.

Si en Málaga se constituyó el primer centro científico en la escuela de Artillería, no quisieron ser menos las autoridades catalanas, las cuales solicitaron a los reyes, ya de la dinastía de los “austrias”, crear en Barcelona una cátedra de matemáticas, donde se impartía artillería e ingeniería, con lo cual fue decayendo la de la capital andaluza hasta desaparecer a mediados del siglo XVII.

Por no seguir relatando decisiones en favor de Barcelona y en detrimento de Málaga, nos remontaremos al siglo XIX, en donde tras la guerra de la Independencia y la inestabilidad que reinaba en la península Ibérica, un grupo de empresarios, se asentaron en Málaga y la costa creando ferreríase hilaturas que hicieron de la ciudad y su entorno la zona más industrial de España.

Los primeros altos hornos en España se construyeron en Málaga, gracias al capitán y luego general Elorza. Las minas de Ojén, el carbón de Córdoba, hicieron de Marbella, Antequera, Málaga y Vélez-Málaga, urbes industriales.

Las guerras civiles carlistas no afectaron a esta zona, excepto la efímera expedición del general Gómez, en la primera guerra carlista, que fue testimonial, retirándose inmediatamente hacia el norte.

Perola semilla del separatismo, siempre existente en el País Vasco y Cataluña, se acrecentó en la segunda mitad del siglo XIX, decidiendo los gobiernos, trasladar la industria, ya de aceros y de hilados, al norte. A Elorza lo llevaron de director a Trubia, creándose ferrerías de altos hornos en Asturias, País Vasco y Cataluña.

A través de una política económica proteccionista, los gobiernos de turno, incluyendo los del malagueño Cánovas del Castillo, fueron apoyando la industria en el norte, mientras languidecía la malagueña y parte de la Sevilla, con la ferrería de El Pedroso.

El ferrocarril de Córdoba a Málaga, para traer el carbón, fue costeado por los industriales malagueños, mientras que en otras regiones, entre ellas las citadas, contaban con el apoyo del Estado.

A finales del siglo XIX, Málaga se convirtió en una ciudad provinciana, perdiendo su vocación internacional y su pujanza económica, recuperándola tras la Segunda Guerra Mundial, con la industria del turismo y actualmente con su Parque Tecnológico y como ciudad de museos.

En 1991 publiqué en el diario Europa Sur la columna que adjunto:


En el año 2004 volví a insistir en la necesidad de potenciar a Málaga en el contexto internacional, principalmente por tener vocación para ello. Se transcribe el artículo publicado en www.belt.es:

Málaga y la Conferencia Mediterránea (Seguridad Global en el Mediterráneo)

El 20 de junio de 1991 en un artículo publicado en el diario “Europa Sur”, abogaba por la convocatoria de una Conferencia de Seguridad y Cooperación en el Mediterráneo (CSCM), con sede en el sur de la Península, como forma de paliar las desigualdades y plasmar vínculos de seguridad entre todos los países ribereños del Mediterráneo. La CSCM no se llegó a materializar, a pesar de que contaba con el apoyo de España e Italia.

En un nuevo artículo publicado en este Portal de los Profesionales de la Seguridad, fechado el 19 de junio de 2003, reincidía en la idea ante la imagen de África, como un polvorín a punto de estallar.

El Ministerio de Defensa Español, tras la toma de posesión del ministro Bono, ha insertado en su página web, dentro del llamado “marco euromediterráneo” la posibilidad de retomar la base de la CSCM, indicando que su fracaso anterior fue debido al estallido de la guerra del Golfo, cuestión que pongo en duda porque en realidad fue por la posición de los países europeos no ribereños del Mediterráneo y la escasa fortaleza en Europa de los dos paises impulsores del proyecto.

La CSCM se transformó en la llamada “Conferencia de Barcelona”, foro que ha ido languideciendo a lo largo de los años, manifestándose hasta 1998, con escasa o ninguna efectividad.

El modelo a seguir para la Conferencia es el implantado en la llamada Conferencia de Seguridad y Cooperación Europea (CSCE), nacida en el década de los setenta y que tuvo una enorme trascendencia en la caída del muro de Berlín y el desmatelamiento de la Unión Soviética.

La CSCM debe cargar el esfuerzo en la cooperación económica y social, de tal manera que levante el nivel de desarrollo de los estados árabes del Magreb, potencie sus estructuras industriales, transfiera tecnologías asimilables, disminuya el paro, equilibre la potencialidad económica entre los estados árabes ricos y los pobres y otra serie de medidas encaminadas a “quitar carga social” a la doctrina del fundamentalismo islámico, verdadero azote mundial y germen de actos terroristas.

Por su parte la faceta de seguridad debe incidir en la inexistencia de cualquier tipo de amenaza sobre los países árabes; el no alentamiento de democracías tipo occidental en los mismos; disminuir los niveles de armamento en la región: y establecer medidas de confianza y comprobación.

España y más en concreto Málaga, tiene una posición privilegiada para ser la sede permanente de la CSCM: España pertenece a la OTAN, es parte integrante de la Unión Europea y mantiene relaciones cordiales con árabes e israelíes, además se encuentra lo suficientemente alejada de Oriente Medio, verdadero polvorín de la región.

La diplomacia española, renovada tras el triunfo del PSOE, tiene en la consecución de llevar a buen término la constitución de una Conferencia de Seguridad y Cooperación en el Mediterráneo, un buen foro para ir avanzando en paliar las diferencias existentes, rebajar la tensión e ir asumiendo poco a poco mayores cotas de tranquilidad, conocimiento mutuo y confianza.

Los compromisos electorales del partido en el gobierno con los partidos catalanes puede que le arrastre en hacer revivir la Conferencia de Barcelona, sería un craso error, porque ha perdido credibilidad. Los ministros andaluces y los políticos de cualquier tendencia de Andalucía deben de prestar un apoyo decidido a esta nueva idea en germen, que a buen seguro, en caso de materializarse, dentro de diez o quince años se verán sus inmejorables resultados, siendo a su vez un posicionamiento clave de nuestra diplomacia, resentida por nuestros bandazos en política exterior.

Rafael Vidal Delgado
20.05.04

Creo que las autoridades catalanes han dado demasiadas muestra de deslealtad institucional y la falta contra el Rey de todos los españoles, Don Felipe VI, no tiene nombre.

Es hora de decir ¡BASTA! y que las autoridades y el pueblo catalán, pero principalmente los primeros, sepan y reconozcan que son lo que son porque todos los españoles nos hemos sacrificados y hemos aguantado su “mal humor” con dádivas y prebendas, que hubieran estado en mejores manos.

Estudios realizados, no sólo por mí, como historiador y especialista en el siglo XIX, sino por otros, señalan que si la política de los gobiernos no se hubiera decantado por Barcelona, hoy Málaga tendría una población de tres o cuatro millones de habitantes.

Málaga es por situación y por afinidad con los países ribereños, la capital española del Mediterráneo. Es hora que todos, principalmente los poderes públicos se den cuenta de ello y no mantengan una posición ficticia con respecto a Barcelona, creyendo que con la aprobación de sus demandas volverán a la senda constitucional, al revés se les está dando alas, para que no solamente rompan España sino también a la Unión Europea.

 

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