Relaciones con la sociedad

La Universidad del siglo XXI es una institución que trasciende lo puramente docente. La UMA ha desempeñado una tarea de cara a la sociedad que se ha ido consolidando a lo largo de estas cinco décadas. Este ámbito se entiende como la necesidad u obligación de asumir la responsabilidad de integrar valores ligados al compromiso, la igualdad de oportunidades para todos y todas, o la promoción de los hábitos de vida saludable, entre otros. En este apartado juegan un papel destacado la implicación desde la UMA en eliminar todas las brechas de género existentes, conseguir un espacio inclusivo acabando con cualquier tipo de barrera discriminatoria o segregadora, realizar labores solidarias o de cooperación internacional, o la promoción del deporte, entre otros. Estas tareas han crecido incansablemente a lo largo de estas cinco décadas, abarcando multitud de espacios y de actividades del quehacer diario. Con el paso del tiempo, la implicación de toda la comunidad universitaria malacitana ha conformado un territorio donde los límites entre lo académico y la ciudadanía prácticamente han desaparecido.

Diversidad funcional

Las aulas de la UMA de hoy son diferentes a las de hace cincuenta años. Una de esas diferencias es la diversidad de sus estudiantes, su heterogeneidad. Afortunadamente, las barreras académicas y/o físicas que hace años impedían a alumnos y alumnas con diversidad funcional o necesidades específicas de aprendizaje llegar a cursar los estudios superiores, han ido desapareciendo y, en estos momentos, caminamos hacia una educación cada vez más inclusiva.

La UMA, como ejemplo de esa voluntad política, creó en 2005 el denominado Servicio de Apoyo al Alumnado con Discapacidad (SAAD). Un espacio dirigido a orientar y atender a estudiantes con algún tipo de discapacidad, para darles respuesta a sus necesidades, así como al resto de la comunidad universitaria. Hoy, esta función la cumple la Oficina de atención a la Diversidad, con la intención de atender a cualquier persona de la UMA con necesidades de aprendizaje y/o diversidad funcional. Concretamente, en los veinte años de existencia les ha proporcionado un amplio abanico de recursos (Intérprete de Lengua de Signos, Becas, Estudiantes colaboradores/as), información y formación específica por medio de la impartición de cursos y edición de guías.

Voluntariado

El compromiso social de la Universidad de Málaga se ha concretado con más intensidad en la labor voluntaria de estudiantes, profesorado y personal de administración y servicios. En la primera década del siglo XXI nace la Oficina del Voluntariado para derivar estudiantes que desearan realizar voluntariado en alguna organización de la provincia, y para atender a aquellos miembros de la comunidad universitaria que desean realizar tareas solidarias en alguna organización de la provincia. El resultado, al día de hoy, tras quince años de trabajo, es la colaboración mediante la firma de convenios, con más de sesenta ONG a las que se deriva anualmente quinientos estudiantes.

Deportes

La promoción del deporte en la comunidad de la UMA es una labor prácticamente desde sus primeros años de existencia. Sin embargo, cuando este ámbito vive un revulsivo es con la apertura de varias fases del Complejo deportivo de Teatinos, entre 1992 y 1994. Gracias a estas instalaciones, el deporte de la UMA se ha convertido en referente a nivel nacional e internacional no solo por la calidad de las actividades que se han realizado, como multitud de Campeonatos de Andalucía, España e internacionales, sino también por la oferta de actividades. En estos últimos años, el Complejo deportivo ha mantenido una media de 5.000 participantes en escuelas deportivas, cursos y actividades deportivas y 3.000 en el apartado de competiciones.

La actividad que cuenta con mayor tradición es, sin duda, el Trofeo Rector/a. Creado en el inicio de la UMA, tras 51 ediciones, consiste en competiciones entre centros de la UMA en trece modalidades deportivas que se celebran desde septiembre a junio. Con una participación que ronda los 2.000 estudiantes, la UMA ha demostrado que ha conseguido organizar un evento de amplia difusión.

Relaciones internacionales

La internacionalización de la UMA es un hecho constatable. La cifra de estudiantes extranjeros incluidos en cualquier programa de movilidad se había incrementado constantemente en España, hasta la llegada del COVID19. Así, durante el curso 19/20 habían llegado a las universidades del país algo más de 150.000 estudiantes extranjeros no residentes. A falta de cifras oficiales actualizadas a día de hoy, aún no se ha vuelto a alcanzar esas cifras.

En el caso de la UMA, tras la lógica caída de estas cifras en 2020, se han contabilizado 1.200 estudiantes Erasmus en el curso 20221-22. Número inferior a los 1.400 de 2017-18, pero muy superior al curso 2020-21, donde las restricciones por pandemia redujeron ese dígito hasta 630. Los países que envían más estudiantes son Italia, Alemania y Francia y los centros de la UMA que mayor número reciben son Filosofía y Letras, Económicas y Ciencias de la Comunicación. La UMA también acoge a estudiantes de países europeos extracomunitarios, así como de África, América y Asia. La internacionalización también implica promover que los estudiantes de la UMA salgan al extranjero. En 2021-22, casi 1.300 estudiantes salieron a algún país europeo, preferentemente, Italia, Polonia o Portugal.

La Universidad de Málaga, en 2023, tiene suscritos más de 1.000 acuerdos de movilidad con más de quinientas universidades extranjeras.

Mujeres

Otro de los cambios más importantes que ha vivido la Universidad de Málaga en sus cincuenta años de existencia es la presencia de las mujeres. A pesar de que aún quedan asignaturas pendientes, las mujeres estudiantes en las universidades españolas matriculadas en un Grado en el curso 21/22 representan un 56%. Cifra que varía en función del tipo de estudio: del casi 80% en las titulaciones de Educación, al 15% en Informática.

En el caso de la Universidad de Málaga, en 2022, y utilizando como fuente el IV Diagnóstico de Igualdad de Género de la UMA, las cantidades prácticamente coinciden con las medias estatales. Así, en el curso 21/22, en la UMA, un 55,9% de las matrículas de Grado correspondían a mujeres, aunque con las mismas diferencias por centros que a nivel nacional: en el caso de Ciencias de la Educación, son el 72%, mientras que, en la ETS de Ingeniería Informática, se llega al 21%. El mismo informe concluye que en el caso del profesorado el porcentaje de mujeres docentes -un 41%- es “de paridad”. Aunque los números mejoran lentamente, en este caso aún existe una clara distancia en las cátedras universitarias, ya que el dígito, en este caso, solo alcanza el 20% de mujeres.El informe analiza igualmente la situación entre el Personal de Administración y Servicios, donde las mujeres representan el 55,2% del total.

Para mejorar estos resultados, la UMA comenzó en 2010 diseñando planes plurianuales de Igualdad de Género. Hasta el momento, se han aprobado cuatro. El último abarca desde 2023 hasta 2025. En ellos se diagnostica la situación y se valora la labor desempeñada por la Unidad de Igualdad. El grado de desarrollo y consolidación de este servicio es tal, que el repertorio de actuaciones es amplísimo. En términos generales, la Unidad trabaja en formación en igualdad de género; gestiona y sostiene una red de Igualdad en centros para realizar tareas de prevención como contra la violencia de género, casos de transexualidad, trasgeneridad e intersexualidad; y desarrolla otras actividades como, por ejemplo, Premios, Celebración de Días Internacionales, Universidad saludable en igualdad, o campañas.

Cultura

Las actividades culturales, también denominadas en su momento actividades de extensión universitaria, han constituido un denominador común de día a día de la UMA. Un conjunto de acciones planificadas, gestionadas y llevadas a cabo por toda la comunidad de la UMA: desde instancias del equipo de gobierno, estudiantes, personal de administración y servicios o profesorado. El listado de actividades es extensísimo. Del mismo, habría que señalar el Festival de Cine Fantástico de la Universidad de Málaga (FANCINE), que tiene su origen en 1990, cuando un equipo de personas entusiastas, universitarios en su mayoría, programan una exhibición que aspiraba a mostrar la creación fílmica en el género del terror, el fantástico, la ciencia ficción, aventuras, thriller y misterio; la iniciativa tuvo tanta acogida que incentivó su continuidad con la denominación, durante sus primeros años de vida y hasta 1997, de Semana de Cine Fantástico de la Universidad de Málaga. A partir de ese momento, el evento se internacionaliza y se incorpora al circuito de otras muestras y festivales como la Fantastic Film Festivals Federation (hoy Méliès International Festivals Federation), aumentando el número de películas en la programación e incluyendo la sección competitiva propia de los festivales.

En 2008 empieza a denominarse Festival de Cine Fantástico de la Universidad de Málaga, generando la marca FANCINE, que consolida la sección competitiva, se hace más presente en la oferta cultural de la ciudad y planifica actividades paralelas como complemento a la programación de las películas: conciertos, exposiciones, concursos, …

Llegados a la 33 edición, FANCINE combina la proyección internacional con el espacio para la creación local, la consolidación de las producciones asiáticas o la emergencia de la animación como muestras de la actualización de la actividad cultural más longeva de la Universidad de Málaga.