El soldado Artacho, hijo de un cenachero del barrio de El Perchel, era un idealista que se alistó en el bando republicano voluntariamente, buscando venganza tras vivir en primera persona la tragedia de ‘La Desbandá’ . El soldado Ortiz, un jiennense de Sierra Mágina, fue alistado a la fuerza en el mismo bando en otra de las sinrazones de la Guerra Civil. Ambos combatientes coincidieron en el norte, en la batalla del Ebro, y de allí surgió una férrea amistad.

El segundo era Diego Rodríguez Ortiz, padre de Diego Rodríguez Vargas, el ex presidente del Ateneo, que hoy ha presentado su libro, ‘Los jardines de Deusto’, en el Rectorado de la Universidad de Málaga, en un acto que ha que ha contado con la presencia de la vicerrectora adjunta de Proyección Social, Miriam López; el profesor de Historia Contemporánea de la UMA Fernando Arcas y José María Capitán, en representación del Instituto de Estudios Giennenses de la Diputación de Jaén, editor del texto.

“No es un libro de guerra”, ha manifestado el autor ante el concurrido auditorio que ha presenciado la salida a la luz de este segundo ejemplar de la trilogía que inició con ‘Isnatín’. “Es un libro de relaciones humanas, de amor, de libertad y también de costumbres en los pequeños pueblos de Mágina en el contexto de la Segunda República, la Guerra Civil y la posguerra”, ha añadido, al tiempo que ha narrado los inicios del hilo argumental.

Porque ‘Los jardines de Deusto’ se refiere al campo de prisioneros al que fue a parar su padre, un encarcelamiento ubicado en la universidad jesuita de esta ciudad, a la que Franco condenó a estos menesteres. El otro soldado, Artacho, dio con sus huesos en un campo de concentración del sur de Francia. Ortiz siempre le habló a su hijo de Simón Artacho.

Y un día tuvo la ocasión de conocerlo. Fue impulsado por la necesidad docente de explicar a los niños de la EGB los porqués de la Guerra Civil. Y se le ocurrió, allá por 1989, que algún combatiente acudiera a contar su experiencia al colegio de El Palo en el que daba clase. Allí recaló Artacho, abuelo de una alumna. Y también prestó testimonio -por algo parecido a una videoconferencia en aquellos tiempos- el padre del maestro, Diego Rodríguez.

De su historia da buena cuenta el libro presentado hoy en el Rectorado. El soldado Ortiz, obligado a una lucha sin ideales, ya que su objetivo era salir vivo de allí y formar una familia. El soldado Artacho, un idealista de pro que sufrió en sus propias carnes los horrores de 'La Desbandá'.

Pequeña biografía
Diego Rodríguez Vargas nació en Bedmar (Sierra Mágina). Afincado en la provincia de Málaga desde los años 70, fue maestro de Primaria, presidente del Ateneo de Málaga y miembro de la Comisión Europea de Cooperación Cultural de Marruecos. Su trabajo ha sido objeto de múltiples reconocimientos, como el Premio Internacional Santillana de Experiencias Escolares e Innovación Educativa logrado en 1999 o un reconocimiento de la Junta de Andalucía a su trayectoria educativa, concedido en el año 2002. Hace unos meses editó ‘Isnatin’, una obra donde están muy presentes los orígenes del escritor. Y ahora publica el segundo texto, ‘Los jardines de Deustro’, editado igualmente por el Instituto de Estudios Giennenses.