La Fundación General de la Universidad de Málaga (FGUMA) ha organizado una nueva cita de “Dialogando desde casa”, en esta ocasión para hablar sobre masculinidad y violencia con Miguel Lorente, médico forense, profesor universitario, escritor y experto en el estudio de la violencia de género.

Lorente ha ostentado cargos como el de delegado del Gobierno para la Violencia de Género en el Ministerio de Igualdad o el de director del Instituto de Medicina Legal de Granada. Además, cuenta con más de cien publicaciones nacionales e internacionales. “La violencia de género no es un problema de pareja sino de la sociedad, hay que romper con esta idea. El machismo es una construcción cultural, no solo la conducta de los hombres cuando superan un determinado umbral”, ha recalcado.

La presentación del evento ha corrido a cargo de Luisa María del Águila, coordinadora académica de Cultura de la FGUMA, y Remedios Fernández, coordinadora de Igualdad y Diversidad de la Facultad de Ciencias de la Salud de la UMA. La periodista Eva Morell ha entrevistado al invitado y ha trasladado las preguntas que el público hacía en directo, consiguiendo así no perder la interactividad que caracteriza al proyecto “Dialogando”.

Sobre la violencia de género, ha manifestado que alrededor del 44 por ciento de las mujeres que reconoce que sufre violencia no denuncia porque considera que no es lo suficientemente grave. “Esto que sucede hoy es lo que a mí me impactó en el año 1988 y que me hizo dedicarme a estudiar esta violencia, cuando estas víctimas me decían que sus maridos les pegaban lo normal. No había una crítica a la violencia, sino a la cantidad de ella, eso es una construcción social”, ha relatado Lorente, que afirma que el problema es que cuando la violencia no es especialmente grave se considera solo un conflicto de pareja, algo que debe ser resuelto de forma privada.

En su charla, Lorente ha hablado del origen de la violencia, teorías biologicistas y ambientalistas y sus bases sociales, contextos como las familias o las escuelas: “Los niños y niñas que desde pequeños viven con violencia en sus casas, pueden asumirlo como algo normal”. El profesor ha citado a Norman y Ferracuti: “Las circunstancias sociales sitúan la violencia en los contextos creados por la cultura”. Además, ha añadido que, según Naciones Unidas, el 95 por ciento de todos los homicidios son cometidos por hombres.

“Es fundamental hablar de nuevas masculinidades para romper con la construcción cultural androcéntrica que lleva a entender que solo se puede ser hombre de una manera, aceptar lo dado y lo considerado como propio de los hombres”, ha explicado Lorente sobre este concepto que surge para entender que se puede ser hombre de muchas formas.

Sobre la participación de estos en la lucha por la igualdad, el experto considera que no están involucrados lo suficiente: “Hay cada vez más hombres que se cuestionan la masculinidad tradicional, pero se necesita una mayor implicación”. En esta línea ha enunciado que se podrían diferenciar tres grandes grupos de hombres: los que se reconocen machistas; los que están a favor de la igualdad, algunos estudios hablan del 10 por ciento, y “lo preocupante es que existe un porcentaje mayoritario que está en aparente neutralidad”.

En este punto, el conferenciante ha destacado que el no hacer algo para acabar con una realidad desigual significa estar haciéndolo para que continúe. “No existe esa neutralidad, o se está a favor de la igualdad o se apoya de forma directa o pasiva al machismo y al patriarcado que existe y genera la discriminación y la violencia”, opina firmemente. “Debemos sentirnos parte del feminismo, ir de la mano, no crear nuevos espacios que podrían generar nuevos enfrentamientos”, ha aclarado.

Según datos de la Delegación del Gobierno contra la Violencia de Género, en 2020 hubo 45 mujeres asesinadas, una cifra menor a la de años anteriores, no obstante, el teléfono 016 recibió 10.240 llamadas más por este tipo de violencia que en 2019.

A este respecto Lorente ha explicado que estos datos muestran de una forma muy gráfica el impacto del confinamiento por la pandemia en el uso de la violencia de género. Durante el confinamiento hubo una disminución del número de homicidios, pero un aumento de la violencia física, psicológica y sexual porque, según este experto, el objetivo de los maltratadores es el control, sometimiento y dominio de las mujeres, más que el daño, aunque también lo producen.

“El factor de mayor riesgo llega cuando se produce la pérdida de este control, cuando la mujer puede salir de la relación y poner una denuncia. En el mes de agosto ocurrió esto y los homicidios crecieron”, ha expuesto.

El encuentro ha sido seguido por más de 160 personas.