La Sala de Exposiciones de la Facultad de Bellas Artes de Málaga se ha abierto por primera vez al arte de acción para presentar Yósmösis, trabajo de Jorge Galán, ex alumno de la facultad que terminó sus estudios de grado en 2015 y el Máster de Producción Artística Interdisciplinar en 2017. La performance -con la que se presentó ante un numeroso público que siguió atento la obra- aborda en tres actos consecutivos e hilvanados entre si distintos aspectos del lenguaje y de la identidad humana, tanto la individual como la colectiva. El trabajo, que no está previsto que se vuelva a representar, contó con la supervisión y asesoramiento del profesor Joaquín Ivars, que ha actuado como comisario del proyecto.

Jorge Galán comenzó su recorrido en Bellas Artes ya adulto y cursó todos los estudios de grado y de máster mientras trabajaba como enfermero, su oficio original. Este dato tiene su importancia porque en el primero de los cuadros de la performance, titulado Yo Mimé Conmigo, hay varias referencias explícitas a esa condición de sanitario del sujeto, incluida una autoextracción de sangre. El propio autor, su identidad y, sobre todo su nombre –Jorge Galán- es centro de estudio, de atención, texto declamado y hasta texto escrito con su propia sangre en una pared de la sala.

Si la primera parte de la obra, el autor realiza una hiperexposición de su propia identidad, en el segundo, Porque yo lo valgo, el autor hace una incursión en el mundo de la comunicación de masas. El objeto central de esta parte pasa del nombre del autor al slogan propio de lenguaje publicitario que trata influir y condicionar la construcción de la personalidad y la conducta de los individuos. Jorge Galán utilizó su propio cuerpo y el de los espectadores a modo de gran valla publicitaria en la que colocó pegatinas fluorescentes con lemas que, en muchos casos, han llegado a formar parte del ideario colectivo. Soy el mejor, ponte al día, entra en la leyenda, pasa a la acción… y un muestrario casi infinito de frases creadas por la publicidad y que han llegado a condicionar nuestra manera de ver el mundo.

En el tercer y último acto, Jorge Galán puso a los asistentes frente al espejo. Con el título Me rebelo, luego somos, el autor enfrenta a todos a su propia imagen y a sus esperanzas y frustraciones mediante el uso de un espejo, una luz y  el recurso a un lenguaje repetitivo sobre pensamiento y acción.

Una gran presentación en sociedad de Jorge Galán que justificó con nota la apertura de las paredes de la Sala de Exposiciones de la Facultad de Bellas Artes al arte de acción.