Los biólogos que trazaron el Jardín Botánico de la Universidad de Málaga -auténtico pulmón verde del campus de Teatinos-, así como los diseñadores del umbráculo que da sombra al recinto, cuentan ya con un reconocimiento ‘in situ’, en forma de dos placas de agradecimiento que han sido descubiertas hoy, en un entrañable acto desarrollado en este punto neurálgico de la zona universitaria.

La ceremonia ha estado presidida por el rector, José Ángel Narváez, que ha estado acompañado, entre otros, por el vicerrector de Investigación y Transferencia, Juan Teodomiro López Navarrete; la directora de Secretariado de Servicios e Institutos de Investigación, Margarita Pérez; el decano de la Facultad de Ciencias, Antonio Flores, y la directora científica del Jardín Botánico, la profesora Mar Trigo.

El rector ha resaltado la trascendencia que tiene tanto el contenido como el continente de este recinto, situado entre las facultades de Ciencias y de Filosofía y Letras, dada su riqueza botánica y el original diseño de su umbráculo, que se ha convertido con el tiempo en uno de los elementos arquitectónicos más característicos del campus de Teatinos.

A este homenaje también han asistido, entre otros, Alfredo Asensi, profesor (jubilado) del Departamento de Biología Vegetal de la UMA y uno de los precursores del JardínBotánico; Antonio González, ingeniero técnico industrial -quien participó de manera muy destacada, en el cálculo de la estructura y construcción del umbráculo- y algunos de los profesores de Biología Vegetal de la UMA que han dedicado su vida a la enseñanza de esta ciencia, como Baltasar Cabezudo, el propio Alfredo Asensi o Blanca Díez. Asimismo, han acudido familiares del fallecido Francisco Conde y otros miembros de la familia botánica que sigue cuidando de este jardín.