FORO PARA LA PAZ EN EL MEDITERRÁNEO

ATAQUE USA EN SIRIA: NUEVA ESTRATEGIA

Los días 18 de mayo y 14 y 15 de noviembre de 2017, se organizarán en Málaga, las XI Jornadas de Seguridad, Defensa y Cooperación, con el título de “Un nuevo orden mundial”, provocado por el fin de la era Obama, la presidencia de Trump, la situación en Oriente Medio, el acceso de la Federación de Rusia del presidente Putin al Mediterráneo, el auge del terrorismo yihadista, los ataques religiosos al Cristianismo, los populismos en Europa, y un largo etcétera, que hacen vislumbrar que las estructuras de poder del mundo están modificándose. A toda la geopolítica anterior, se une una ciencia y una forma de operar internacionalmente distinta: la geoeconomía, en manos de las grandes multinacionales, capaces por sí solas de modificar el nuevo orden mundial.

La opinión destacada del embajador y colaborador del Foro para la Paz en el Mediterráneo, Francisco J. Carrillo Montesinos, aunque entra de pasada en ese nuevo orden mundial, con mención especial a China, trata el tema de una nueva estrategia USA para Siria, teniendo en cuenta que con la misma se enfrenta a Rusia, encontrándose en medio Rex Tillerson el magnate de Exxon Mobil con intereses económicos y único punto de relación entre las dos grandes superpotencias en los últimos años.

FRANCISCO J. CARRILLO ACADÉMICO CORRESPONDIENTE DE LA REAL ACADEMIA DE CIENCIAS MORALES Y PÚBLICAS.

El presidente de Estados Unidos de América decidió bombardear un aeródromo militar en Siria de donde se supone despegaron los aviones que lanzaron en una población del norte del país bombas dotadas de armamento químico. Las desgarradoras imágenes de los muertos causados (niños, mujeres adultos&hellip) y de los contaminados han constituido el pretexto para la decisión del presidente Trump, tras una enérgica intervención de la embajadora americana ante el Consejo de Seguridad de la ONU en donde el veto de Rusia estaba asegurado contra toda Resolución que pusiera en cuestión al régimen de Asad que es quien perpetró la masacre. Todo hace pensar que Rusia conocía la operación aérea así como la existencia de armas químicas en territorio sirio. El gobierno sirio mintió cuando dijo haber entregado todo el armamento químico a los inspectores internacionales.

La reacción en Occidente ante esta masacre ha sido unánime. No se trataba de un &lsquoefecto colateral&rsquo aunque los portavoces gubernamentales sirios han dado el argumento que el objetivo era un almacén de municiones del Daesh, falaz coartada.

Cierto es que la muerte de inocentes es moneda corriente en las guerras de Iraq y de Siria, como lo demuestra en primer lugar la extrema crueldad del Daesh y de Al Qaeda. Algunos medios de comunicación, con la narración de escuetas noticias &lsquoobjetivistas&rsquo, llegan, sin pretenderlo, a banalizar el valor y la dignidad de la persona, incluso generando, por automatismo, una diferenciación entre esa dignidad de personas lejanas y aquella otra dignidad de los destinatarios distantes de la noticia.

El contexto en el que ha intervenido el lanzamiento de misiles de Estados Unidos en una base aérea siria permite reflexionar sobre el hecho de saber si tal acción es una señal de cambio de estrategia. Es la hipótesis más probable. Hay que recordar que los Estados Unidos dejaron que Rusia interviniera y se asentara en Siria apoyando al régimen de Asad, mientras que ellos se reservaban Iraq, ambos con objetivos teóricos de vencer al yihadismo terrorista que ocupa territorios. En Siria, Rusia afianzó una zona de influencia con base marítima de gran valor estratégico en el Mediterráneo, al tiempo que contribuyó con Asad a exterminar la &lsquooposición democrática&rsquo contra el dictador. Curiosamente, la ofensiva contra la ciudad de Raqqa, centro de las decisiones de Daesh, se dejó &lsquopara después&rsquo y se permitieron toda clase de ataques indiscriminados. La gota de agua desbordó el vaso con la reciente masacre de armas químicas. Resulta de toda evidencia que brilló por su ausencia un mínimo &lsquocódigo ético&rsquo en base a la razón de Estado fallido, como lo es Siria, y de una importante &lsquozona de influencia&rsquo para Rusia.

Es del todo probable que la decisión unilateral del presidente Trump, que ha sido bien acogida por republicanos y demócratas, así como por la opinión pública en general, sin consultar al Congreso y sin mandato de la ONU, lleve en su fondo, a corto plazo, una nueva estrategia en Oriente Medio con objetivos múltiples: en primer lugar, limitar la influencia hegemónica de Rusia en Siria, una de las puertas del Mediterráneo con fácil comunicación con Crimea; en segundo lugar, liderar una coalición internacional -como es el caso en Iraq- cuya meta prioritaria sería la de vencer al Daesh y a las franquicias de Al Qaeda; y, en tercer lugar, plantear abiertamente la sustitución de Asad que ordenó la masacre química (y otras masacres). Dicha coalición internacional sería portadora de otros objetivos no manifiestos: neutralizar la influencia de Irán y de su franquicia el Hezbolà libanés; proteger las fronteras de Israel, pieza clave en toda estrategia medioriental por poseer armamento nuclear; restablecer los equilibrios de las dos grandes potencias presentes en este teatro de operaciones. Esa coalición internacional, en donde estaría España, no podrá presentarse de la mano de la Arabia Saudí sunita abiertamente enemiga del Irán chiíta. El mapa geopolítico es muy complejo. Y mucho más lo será cuando llegue la hora, tras una estabilización regional sin Daesh ni Al Qaeda, de diseñar fronteras, reparto de las minoría existentes (incluidas los cristianos) y, sobre todo, de hacer los trazados de nuevas Constituciones para Iraq y para Siria, lo que debería corresponder a los iraquíes y a los sirios sin que Occidente caiga en los graves errores cometidos con el trazado artificial de fronteras tras la caída del imperio otomano. Aquí, hay que subrayar la importancia de los intereses del petróleo y del gas, que sustentan diversas luchas por el poder territorial y por mantener zonas de influencia. ¿Y en dónde está China en estas guerras? Lo que sí sabemos a ciencia cierta es que el presidente chino estaba muy cerca del presidente Trump cuando éste tomó la reciente decisión de lanzar los misiles desde unidades navales salidas de la base de Rota.

Los objetivos contra el terrorismo yihadista conciernen a todos los países. Por ello, la convocatoria a una coalición internacional en Siria se llevará a cabo con la ONU o sin la ONU (lo más probable es que sea con la ONU), pero esta vez los Estados Unidos solicitarán un compromiso de la OTAN y compromisos de financiación a los emiratos y monarquías del Golfo. De hecho, los USA han dado el pistoletazo de salida con sus misiles. La nueva estrategia acaba de comenzar. Y, a corto y medio plazo, cada cual defenderá sus intereses en juego en este retorno de la Guerra Fría, al tiempo que el terrorismo yihadista cambia sus terrenos de operaciones y su modus operandi.

Diario Sur de Málaga, 12.04.2017

 

 

 

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