Ruta por los pueblos blancos - Texto


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Ruta por los pueblos blancos
Gema Zarzuela. No todo en las provincias de Málaga y Cádiz son playas. En el interior hay un espectacular entorno rural y un ambiente tranquilo y natural, con gente amable y pueblos blancos de gran belleza.
La región es montañosa, con cerros y colinas que van desde la Sierra de Grazalema hasta la Sierra de las Nieves, con bosques llenos de pinsapos, pinos y cuevas como la Cueva del Gato de Benaoján.
Al este nos encontramos con Grazalema, al oeste Ronda y al sur los Alcornocales y la Costa del sol.
Ronda, que pertenece a este grupo de ciudades que están entre la historia y la leyenda ciudad de los bandoleros, fue fundada por los romanos y recibió el nombre de Arunda.
Una de las fotografías más impresionantes es la del Tajo, que divide la ciudad en dos partes, por un lado la Ronda primitiva y Morisca, al otro lado la Ronda que fue creciendo a partir de la reconquista cristiana.
El valle del Genal, especialmente hermoso en los meses de otoño por el paisaje de color rojo debido a los bosques de castaños (en pueblos como Igualeja, Benadalid, Benalauria, Genaguacil, Gaucín, Benarrabá…). Cada uno de ellos tiene su propio encanto, la fiesta de la castaña, esculturas, murales y el nacimiento del río Genal.
Gaucín es fuente de inspiración para numerosos artistas de distintas nacionalidades que han fijado aquí su residencia por el ambiente relajado y el estilo de vida bohemio y armonioso con la naturaleza. Calles con macetas colgadas, balcones con flores, con patios andaluces y casas blancas.
Arcos de la Frontera, ciudad de singular belleza, posee un conjunto histórico artístico admirable, para descubrir sin prisas, su casco histórico y tiene bonitas iglesias, calles moriscas, plazas con terrazas, etc.
Grazalema posee el Premio Nacional de Embellecimiento y mejora. Se pueden realizar excursiones a lugares bellísimos como el nacimiento del río Guadalete, el bosque de pinsapos y la ermita de la Garganta o practicar alpinismo en las cumbres de más de 1500 metros de altura.
El Gastor, balcón de los pueblos blancos, donde encontramos casas blancas, calles estrechas y la arquitectura tradicional andaluza. Dentro de sus fiestas destaca la del Corpus .
En resumen, el carácter de sus habitantes, su gran hospitalidad y sus maravillosos paisajes hacen de estos lugares rincones únicos que el visitante no puede dejar pasar.