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Frigiliana, el pueblo de las tres culturas

Cristina Ortega. Frigiliana es un pueblo de 3.400 habitantes aproximadamente, que  se encuentra situado en la comarca de la Axarquía, la región más oriental de la provincia de Málaga, en la comunidad autónoma de Andalucía.

La población local, denominada frigilianenses o aguanosos, se siente muy orgullosa de vivir en uno de los pocos pueblos que hoy en día podemos  catalogar como  “pueblo blanco” de la provincia. También hay que destacar que este municipio es uno de los pocos que no ha cedido ante el auge inmobiliario de los últimos años. Hay que destacar que conserva todavía la estructura medieval de sus calles y la composición original de su casco antiguo.

Debido al gran interés por preservar este municipio desde hace más de cincuenta años, hay que destacar  que ha sido merecedor de un gran número de premios de reconocimiento como uno de los pueblos más bonitos y mejor conservados de España.

Además de este reconocimiento, esta localidad también es conocida con el nombre de “Villa de las tres culturas”, ya que fue posible la convivencia de las tres culturas a finales del siglo XV. Debido a este hecho histórico, nació el Festival de las Tres Culturas de Frigiliana, que se celebra la última semana de agosto desde el año 2006, con la idea de promocionar esta localidad con un evento turístico de gran importancia en la que se mezcla cultura, gastronomía, música, teatro, historia….durante cuatro días. Todo esto hace que cada año Frigiliana sea visitada por miles de personas.

El festival se celebra en la calle, a través del Mercado de las tres culturas que se compone de más de 140 puestos repartidos por el casco antiguo de Frigiliana. Mientras que uno visita el mercado es sorprendido por representaciones de simpáticos personajes medievales y bailarinas de la danza del vientre, espectáculos nocturnos de fuego y un gran número de sorpresas más.

No hay que olvidar el cine, por eso, en la Casa de la Cultura, que es un edificio del siglo XVII, se proyecta durante todo el festival un ciclo de cine, conferencias y exposiciones dedicadas a las tres culturas.

Por último y no menos importante hay que destacar la gastronomía, siempre presente durante todo el festival. De hecho, la mayoría de restaurantes de la localidad prepara  unos platos  de influencia sefardí, árabe y cristiana creados para estos días.

Si quieres visitar y vivir este Festival no te puedes olvidar de hacer la ruta de la tapa, que está considerada como una de las actividades con mayor participación.