Durante los días 12, 13 y 14 de noviembre, Málaga, como sede del Foro para la Paz en el Mediterráneo, se convertirá en la capital de la seguridad, y sobre la que muchas autoridades y entidades sociales y políticas a nivel mundial tendrán puesta su mirada y sus oídos en las propuestas que de los ponentes y debate posterior, extraiga la “sociedad civil” y que pueden ser útiles para los gobiernos que tienen responsabilidades sobre esta parte del planeta, como es el mar Mediterráneo y sus países ribereños.
El 24 de abril el ilustre arquitecto malagueño, José María Sancha, publicaba en “El Avisador Malagueño”, un extenso artículo sobre Málaga .
Los mayores enemigos de Málaga son sus propios hijos. Mientras los extraños buscan en ella trabajo, prosperidad, riqueza y salud, y lo encuentran, los malagueños reniegan de su patria, como la musa popular lo expresa en el conocido cantar:
«Adiós, Málaga la bella,
tierra donde yo nací,
para todos fuiste madre,
y Madrastra para mí».
Pueden parecer muy duras las palabras de Sancha y que no se adaptan a la realidad actual, pero sí encierran algo de la mentalidad de nosotros los malagueños, consistente en el despegue y que nuestras cosas resuenen fuera más que en la ciudad.
En la actualidad, Málaga se está consolidando mundialmente como capital museística, pero ha sido normal oír entre los malagueños, que nuestra ciudad no tiene monumentos, cuando precisamente lo que resultaba era que no los tenía publicitados, como gracias a Dios está ocurriendo en los últimos años. Anteriormente todo se focalizaba en el “turismo” de “sol y playa”, lo cual es importante, pero no el único, porque el elevado nivel cultural e intelectual que goza una buena parte del mundo, le hace proclive a querer visitar la “historia de otros países”, representada en sus monumentos, arte y tradiciones.
Los Reyes Católicos en la catedral de Málaga
El Foro para la Paz en el Mediterráneo ha sido una iniciativa nacida en Málaga entre el Ayuntamiento, Universidad, Cámara de Comercio, Real Club Mediterráneo, Unicaja, Asociación Española de Capitanes de Yate para la Reserva Civil (AECYR) y www.belt.es con el objetivo de hacer de Málaga, no sólo una capital cultural, sino una ciudad que sirva de referencia para el entendimiento entre los pueblos mediterráneos, con la finalidad, tal como se expresa en el Convenio firmado entre las entidades de GANAR LA PAZ.
De hecho y retomando el sentimiento de Sancha, el pasado día 5 de noviembre, tuve que acudir a Madrid a presentar un libro en el Instituto de Historia y Cultura Militar, pues bien una buena parte del público asistente me habló de las próximas Jornadas que se van a celebrar en Málaga.
Cada año, el Foro para la Paz en el Mediterráneo plantea un tema central, como objetivo deseable a desarrollar a lo largo de las distintas actividades anuales. En 2014 el tema elegido ha sido “Un nueva conciencia de defensa: Seguridad económica, diplomática, cultural y militar”, eje de las tres jornadas de los días 12, 13 y 14 de noviembre, pero que en otros eventos, ya culminados también ha estado presente: como el conjunto de actos que con el título genérico de “Bautismo de fuego de Blas de Lezo en Málaga”, ha querido ser un homenaje al gran marino español, inculcando a los asistentes, principalmente a los miles de niños que visitaron la exposición en el Ayuntamiento, el amor a la Patria, la responsabilidad, el deber y un cúmulo de cualidades que adornaban la figura de Blas de Lezo y al mismo tiempo, expresando que no se defiende a España en el entorno próximo, sino que los intereses españoles pueden estar a muchos miles de kilómetros y que esa capacidad de proyección debe ser asumida por todos los ciudadanos.
Una de las ampliaciones del puerto en el siglo XIX
El apoyo al homenaje a la Legión y al Cristo de la Buena Muerte; la recreación histórica del desembarco de abril de 1812, llevada a cabo por la Asociación Cultural “Teodoro Reding”, y otras, han incidido en la necesidad de impulsar las relaciones de la sociedad con la defensa y seguridad de tradiciones, cultura e historia.
La seguridad jurídica, como eje fundamental de la economía de una nación; el conocimiento de las amenazas y la capacidad que disponemos para atajarlas y las visiones que tienen algunas naciones con responsabilidades en el área mediterránea, son los temas que conformarán en su conjunto esa nueva conciencia de defensa.
Durante tres días muchas miradas se focalizarán en lo que se diga en Málaga, en las VIII Jornadas de Seguridad, Defensa y Cooperación. El esfuerzo de estos años pasados, no solo debe de mantenerse, sino impulsarse, uniéndose a los calificativos turístico, cultural, comercial y económico, la seguridad, para que nuestra ciudad sea la que pensó la insigne Reina Católica, Doña Isabel de Castilla, la verdadera puerta española al Mediterráneo.
Rafael Vidal Delgado es Director del Foro para la Paz en el Mediterráneo