De izda. a dcha: Jacques Beruck, Presidente de AECYR; Francisco Carrillo, Wacef Chiha, embajador de Túnez, Julio Andrade, Teniente de Alcalde de Málaga y Rafael Vidal, Director del Foro
El embajador Francisco Carrillo Montesinos, miembro del Foro para pa la Paz en el Mediterráneo, ha publicado en LA TRIBUNA de Sur de Málaga, el siguiente artículo:
Una ‘misión de paz’, en el marco de Naciones Unidas, ha sido confiada a La Legión en el sur de Líbano, frontera con Israel, territorios fronterizos de uno y otro lado a las que tuve ocasión de visitar hace unos años. España, de esta forma, cumple con sus compromisos internacionales como Estado miembro de la ONU. El objetivo de esta misión es vigilar el cese de las hostilidades entre Israel y Líbano. Se trata, pues, de una misión de interposición, cuyo programa para Líbano, UNIFIL, está organizado por el Departamento de Operaciones de Paz (DPKO) de Naciones Unidas, que en su día dirigiera el que fuera amigo y compañero Hédi Annabi, subsecretario de la ONU que murió en acto de servicio en Haití durante una misión especial que le confió el secretario general de quien dependen todas las ‘operaciones de paz’.
Las fuerzas de UNIFIL están al mando del general Portolano (Italia) y están integradas por más de 20 países, pero en el ‘sector español’ habrá tropas de España, India, Indonesia, Nepal, Brasil, El Salvador, Serbia, Islas Fidji y México, que estárán bajo el mando del jefe de la Brigada de La Legión, general Juan Jesús Martín Cabrero.
Los operativos, con base en el sur del Líbano, son previamente conocidos por el Gobierno de Líbano y por el Estado de Israel, que recibe toda la información pertinente, ya que estas tropas bajo el paraguas de la ONU no son consideradas «hostiles» por el Estado hebreo y responden a una negociación multilateral que pasa por los circuitos onusianos de Nueva York al no existir relaciones diplomáticas entre Israel y Líbano. Ambos países manifestaron su conformidad y colaboran en el buen desarrollo de esta misión de interposición liderada por Naciones Unidas.
La ONU comienza a desplegar en Líbano la Misión de Interposición al sur del país cuando el movimiento Hizbolá (chií) organizó milicias armadas al margen del ejército libanés en sus asentamientos al sur del país de los cedros, provocando incidentes y ataques de diversas formas y envergaduras, así como respuestas inmediatas de la Tsahal (Ejército israelí). El Gobierno libanés reclama unas granjas fronterizas ocupadas por Israel. El movimiento Hizbolá tradujo esta reivindicación en acciones armadas de tipo ‘guerrilla’. Ahora Hizbola (chií) ha desplazado gran parte de sus milicias armadas a la zona este y norte de Líbano, realizando acciones de guerra en Siria, en coordinación con tropas regulares de Irán (chií) y con el dispositivo militar de Rusia, contra, en principio, el yihadismo terrorista del autodenominado Estado Islámico suní (DAESH) y de otras brigadas terroristas y ‘franquicias’ de Al Qaeda (suní). Esto significaría que Hizbolá se ha visto obligado a cambiar de prioridades, sin por ello abandonar su presencia, con menos intensidad, en la zona sur de Líbano fronteriza con Israel. Aunque cierto es que el interlocutor de Naciones Unidas para esta ‘operación de interposición y de paz’ es el Gobierno y el Alto Mando del Ejército regular libanés, que no controla a Hizbolá.
Hoy es de conocimiento público (y lo debería ser más) que La Legión es uno de los ‘cuerpos de élite’ del Ejército español. Una brigada puesta al día a nivel de los mejores y modernos ‘cuerpos de élite’ y de intervención rápida de los ejércitos de los países europeos y de los que conforman la OTAN, tanto en el dominio de las nuevas tecnologías como de los armamentos más avanzados. La Brigada de La Legión se caracteriza por sus altos niveles de disciplina, de compañerismo estatutario y demostrado así como por la conciencia generalizada e interiorizada en las damas y caballeros legionarios de que constituyen un cuerpo de ejército al servicio de los intereses de España y bajo las decisiones del Gobierno español. En términos militares, el contingente que va a Líbano, L/H XXIV, está generado en la Brigada de La Legión, cuyo alto mando se encuentra en Viator (Almería). Todas las unidades de la brigada han aportado personal para la formación de este contingente, Además, la AALOG 21 de Sevilla ha conformado la unidad logística junto con personal del Grupo Logístico de La Legión. La unidad más numerosa del citado contingente es el Grupo Táctico Ligero Protegido, en base a la X Bandera con sede en Ronda (Málaga). Las tropas españolas estarán ubicadas en tres bases, siendo la principal la Base Miguel de Cervantes, que se encuentra en la localidad de Marjayoum. Los otros dos destacamentos son posiciones de Naciones Unidas, en concreto la Posición 4-28 y la Posición 9-64, donde se encontrarán dos compañías del Grupo Táctico español. Esta ‘misión de paz’ tendrá una duración de seis meses, y se desplazará a Líbano entre el 13 y el 19 de noviembre.
El contexto en el Próximo y Medio Oriente actualmente es de extrema complejidad. Aunque el Gobierno libanés defiende una «neutralidad activa», limitándose a la defensa de sus fronteras, no es menos cierto que las milicias de Hizbolá (un ‘ejército’» paralelo), que no obedecen órdenes del Gobierno de Líbano, están plenamente implicadas en la guerra de Siria allende los límites territoriales libaneses. Este dato, añadido al de la ausencia de presidente de la República libanesa por falta de «acuerdo político» bajo la presión contradictoria de Arabia Saudí y de Irán, colocan al Líbano en una situación de gran fragilidad como Estado. Por otra parte, el vecino del sur, Israel, está en movilización general, particularmente en su frontera con Siria (las Alturas del Golán, que reclaman los sirios) y con los palestinos de Hamás en Gaza, con alta tensión en la explanada de las mezquitas de Jerusalén. Hoy día vuelve a plantearse con urgencia el regreso a la mesa de negociaciones entre Israel y la Autoridad Nacional Palestina para encontrar una solución justa, duradera y de paz, en la perspectiva de dos estados.
Las condiciones generales en que se sitúa la ‘misión de paz’ de La Legión son de una gran complejidad, porque todas las piezas del ajedrez del Próximo y Medio Oriente están interrelacionadas (Irak, Siria, Jordania, Turquía, Arabia Saudí, Irán, Egipto -con Líbano como eslabón muy frágil de esta cadena-,a lo que hay que añadir el componente ‘extranjero’ que opera en la región contra DAESH con tropas internacionales como Estados Unidos, Francia y la mencionada Rusia, entre otros, en un clima que nos recuerda los tiempos de la ‘guerra fría’. Sin olvidar las serias amenazas del autodenominado Estado Islámico contra el «Occidente cruzado y sionista», en particular contra Europa y los Estados Unidos.
En Líbano habrá, pues, ‘novias y novios de la muerte’ que traducirán en la realidad esas palabras de una vieja canción en la defensa de la paz como «compañeras y compañeros de la vida». Este es el fundamento ‘filosófico’ que debe prevalecer en las ‘misiones de paz’ y en los ejércitos de defensa del orden internacional y de los derechos humanos universales. Este es el gran objetivo al que es preciso acompañar de una pedagogía de cultura de paz y desarrollo humano.