QUICO SALLÉS, Barcelona
Los servicios de seguridad, inteligencia e información del Estado tienen otra vez en el punto de mira la comunidad islámica de Catalunya. Están convencidos que es la “zona del Estado en la que los procesos de radicalización detectados han sido más rápidos”.
Esta conclusión está recogida el el Informe Anual de Seguridad Nacional 2016 publicado por el Departamento de Seguridad Nacional que pende directamente del Ministerio de Presidencia y constituye el cerebro política de la inteligencia y seguridad del Estado. Un texto que articula la Estrategia de Seguridad Nacional en cuatro bases: prevención, protección, persecución y preparación de la respuesta.
Un informe aprobado por el Consejo de Seguridad Nacional en su reunión de 20 de enero de 2017 y que coge cuerpo a tenor de las últimas detenciones practicadas en Catalunya como la joven de Terrassa de esta semana que la Audiencia Nacional ha enviado a la prisión por intentar reclutar combatientes de la yihad.