Rafael Van Grieken, director de la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación (ANECA), ha pronunciado hoy una conferencia en el Rectorado de la Universidad de Málaga en la que ha explicado ante un auditorio lleno de docentes los cambios que se van a producir en el nuevo sistema de acreditación del profesorado universitario.

Van Grieken, que estuvo acompañado por la rectora de la UMA, Adelaida de la Calle, reconoció en su ponencia que el actual método acreditativo tiene “aspectos mejorables”, dado que es “excesivamente cuantitativo y escasamente cualitativo, aborda grandes ramas de conocimiento y obliga al aspirante a expresarse en puntos”.

Añadió que estas características “han generado efectos perversos”, entre los que citó “una tendencia a la dispersión curricular, la dedicación del docente a actividades no siempre ajustadas al momento de su vida académica, la configuración de un carácter indiciario de la evaluación, la infravaloración de méritos de transferencia y la creación de una barrera casi infranqueable para investigadores externos al sistema universitario español”.

Sin embargo, según indicó, el nuevo modelo que se propone “suprime el carácter universal de la acreditación, que pasa a tener validez sólo para la rama de conocimiento en la que el solicitante resulta acreditado”. También citó que se avanzará en el diseño de un modelo que combina elementos cualitativos y cuantitativos y aseguró que la evaluación se estructurará, en lugar de en torno a grandes ramas, “en función de ámbitos académicos y científicos más específicos, con comisiones más focalizadas”.

De hecho, las posibles comisiones de acreditación que se aprobarían cuando el Real Decreto vea la luz serían 21, en lugar de las cinco actuales. Al menos habrá tres comisiones por cada una de las cinco grandes ramas de conocimiento.

Méritos
De esta forma, según el director de la ANECA, “se priorizan los méritos de los aspirantes de forma distinta. Con una buena investigación y una buena docencia, no hará falta más currículum: el profesor quedará acreditado. No obstante, con carácter subsidiario, para compensar deficiencias no graves, se valorarán, entre otros, méritos de gestión o de transferencia”.

Añadió Van Grieken que desparecerá la expresión de puntos para la acreditación. “Habrá tablas de calificación. Quien pase el umbral de docencia e investigación, está evaluado”, concluyó.

Rafal Van Grieken es también presidente de la Asociación Europea de Acreditación, ECA (anteriormente, ‘consorcio europeo de acreditación’), tras haber sido elegido en la última asamblea general celebrada por este organismo, que ha redefinido sus líneas de trabajo para orientarlas especialmente hacia la acreditación de programas conjuntos y la certificación de la internacionalización de las universidades.