Y TODO ELLO, CON LOS INFORMES NEGATIVOS del Consejo Económico y Social de Andalucía y el del Consejo Andaluz de Universidades, donde están representadas todas las Universidades Públicas de Andalucía por medio de sus Rectores y Rectoras. Y no nos dejamos atrás el informe NEGATIVO del Ministerio de Universidades, porque estas universidades no reúnen (y hay informes técnicos que lo avalan) la mínima calidad académica que garantice la preparación de las personas que se matriculen en ellas y que salgan con la capacitación y formación adecuadas. Todo esto produce una preocupación creciente porque se produce una duplicidad de títulos con los que ya están implantados y consolidados en las Universidades Públicas.

Queda claro que, para la Junta de Andalucía, la educación superior también es un negocio y, por lo que se ve, rentable y con futuro y dan igual los informes negativos sobre la calidad de las enseñanzas ofertadas, ni la ausencia de legalidad, contraviniendo decretos que regulan la creación de estas universidades. TODO ES NEGOCIO, TODO ES DINERO. Ahí están detrás Bancos, inversores privados, fondos buitres, grandes grupos mediáticos y de presión que pretenden perpetuar los privilegios de las élites económicas. Y la Junta de Andalucía no podía quedarse detrás. Apuesta por la educación superior privada y asfixia a las Universidades públicas. La Junta ABANDONA a las Universidades Públicas y lo hace, extrañamente, con el liderazgo del Consejero Gómez Villamandos, que cuando era Rector de la Universidad de Córdoba se oponía ¿firmemente? a la creación de este tipo de entidades.

Desde UGT Servicios Públicos Andalucía debemos insistir en que el gobierno de la Junta de Andalucía debe desarrollar de forma inmediata un modelo de financiación que nos dé a las universidades públicas andaluzas la suficiencia financiera que necesitamos. Las cifras que se manejan en la actualidad no superan el 0,93% del PIB y tienen un ¿objetivo? de llegar al 1%. Pero no se llega, no.

UGT apuesta por nuestras universidades públicas, que son las que garantizan la devolución a la sociedad de todo lo invertido. No podemos consentir que nos sigan ahogando y que los beneficios de esas privadas se los lleven unos pocos.