Presentación: 15 de abril a las 12h

Fecha
: Del 15 de abril al 14 de mayo de 2021

Lugar: Sala de exposiciones del Rectorado de la Universidad de Málaga. Avenida de Cervantes, 4 

Comisariada por Iván de la Torre

Horarios de visita al público: Lunes a sábado de 10.00 a 14.00h y de 16.00 a 20.00h (Cerrado festivos)

Entrada libre 

Visitas guiadas: Puede reservar escribiendo a ignacio@cmmalaga.com (indique día, hora y número de personas).

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Jesús Marín es y se sabe escultor, debiendo ser entendida la etiqueta en una dimensión extensiva, y es por ello por lo que en su obra queda desterrada la noción monumento (aunque sin embargo no prescinda del concepto celebratorio -al menos de una cierta memoria- que todo monumento conlleva) y se despliega en instalaciones site-specific, acrílicos sobre lienzo, barros cocidos y esmaltados, fotografías generadas a partir de acciones fotoluminocinéticas y, también, estructuras escultóricas delineadas en el espacio.

En parte de la producción experimental en torno a las posibilidades plástico-conceptuales de la escultura de Marín también se replica ese gesto de delimitación, una delimitación blanda y perecedera realizada mediante materiales extra-artísticos. De este modo se ponen en cuestión algunos de los preceptos que han regido secularmente sobre el trabajo de la estatuaria: su entidad volumétrica (que se expande en el espacio y no se contrae), la solidez física (que la dotan de un sentido de perdurabilidad tan anacrónico hoy día), y la nobleza material (o uso de unos materiales considerados nobles por el arte culto y afín al poder).

En las instalaciones de la exposición Wrapped lights: escaleras de Jacob, que desarrolló en 2001 en la sala de La Pescadería Vieja de Jerez de la Frontera, ya se constataba esa deriva que partía de la subversión de la tradición normalizada para alcanzar la verdadera esencia, aunque fuera una esencia amplificada, de lo escultórico: la captación del acontecer de lo intangible. Esas piezas en concreto surgieron de una circunstancia vivencial: el análisis de los haces de luz que día tras día entraban por dos tragaluces en su estudio, creando unas formas proyectadas paralelas que semejaban columnas de luz.

El material que envuelve la luz no la ciega, sino que la rodea como los eslabones de una cadena, dejando ver interior y exterior, en un juego de dentro/fuera de gran interés. Esas cintas son bandas de papel aluminio (también ha practicado con cintas de balizamiento amarillas y negras, cintas de papel o bandas de goma elástica) que actúan como plateados peldaños de una escalera hacia el cielo, en conjunción con el título. Las posibilidades significativas son múltiples.

Marín es un artista de amplia cultura que gusta de esconder proteicas lecturas en sus piezas: la alusión a Jacob y al termino inglés wrapped, que podría traducirse por envolver o rodear, remiten al sueño del santo, quien quedó dormido sobre una roca y soñó con una escalera que conectaba tierra y cielo, territorios de lo comprensible y de lo incomprensible. Ese paraje, que curiosamente en las sagradas escrituras denominan Luz, es lugar santo para las tres religiones monoteístas pues, sobre esa misma piedra, Abraham estuvo a punto de sacrificar a Isaac y desde ella el profeta Mahoma ascendió a los cielos. Ese espacio real y simbólico a un tiempo, queda hoy resguardado por la Cúpula de la Roca, en Jerusalén. De las múltiples representaciones de dicha iconografía, además de la conocida de José de Ribera, cabe destacar la acuarela La escalera de Jacob (1805) de William Blake, donde una visionaria escalinata helicoidal desciende desde el lugar donde habita la luz perenne.