El desarrollo de la tecnología solar, especialmente fotovoltaica en los últimos años, la posiciona como una de las tecnologías de generación eléctrica fundamentales para el futuro, siendo además en muchos de los países desarrollados o en vías de desarrollo (especialmente asiáticos) la fuente de energía más barata a explotar, lejos del mito fundado en los años previos al desarrollo industrial de estas tecnologías, que aún se mantienen hoy día en la mente de grandes colectivos, de que esta tecnología encarece el precio de final de la energía o es menos rentable que otras mucho más contaminantes como el carbón o las centrales térmicas convencionales.

El parámetro LCOE (Levelized Cost of Energy) se define como el coste de producción de energía en una planta de generación determinada a lo largo de su ciclo de vida incluyendo los costes de instalación, operación y mantenimiento. Y su evolución en la última década en lo que se refiere a energías renovables ha tenido un decrecimiento muy acentuado, logrando que algunas de las tecnologías fotovoltaicas y eólicas sean hoy las más rentables en multitud de países.

La siguiente gráfica muestra por ejemplo el cambio en el LCOE mundial de las fuentes energéticas en el mundo, según datos de la IRENA. 

En esta gráfica podemos ver como los costes de la eólica y la fotovoltaica son iguales de media ya a los de las fuentes de combustible fósil (franja sombreada), sin embargo, el precio de estas renovables ha experimentado un descenso continuado hasta alcanzar un LCOE más bajo que nunca en este mismo primer trimestre de 2020. Todos estos datos son mundiales y favorecen aún más a las fuetes renovables si tenemos en cuenta que en países como España la dependencia exterior de los combustibles fósiles agrava el problema y coste de esas fuentes de energía. 

Para ilustrar, por ejemplo, el potencial que la energía fotovoltaica tiene en España, basta con comparar los datos españoles con los de otros dos grandes países de la UE, Italia y Alemania; con unos costes que pueden ser muy similares, teniendo en cuenta la pertenencia al mercado europeo, Italia y Alemania cuentan con una potencia mucho mayor instalada de energía fotovoltaica y suplen una mayor proporción de su demanda energética con esta fuente renovable.

Esto parece bastante paradójico teniendo en cuenta que precisamente es España el país mundialmente famoso por sus soleados días de entre los 3 que estamos comparando, fama que no es desmerecida, ya que, según la propia comisión europea, la irradiación global y el potencial solar con módulos fotovoltaicos con la inclinación óptima para estos 3 países se observa en la siguiente imagen, empleando la misma leyenda para los datos.

 

Y es que si atendemos a los datos de la generación de energía solar de estos 3 países tendremos la siguiente tabla.

PaísFracción de Energía Solar / E. TotalGWh producidos al año / MW potencia instalada Potencia Instalada MWIrradiancia solar  anual media (kWh / m2)
Alemania6,90%0,93743921,583,0
España4,70%1,7367017,934,5
Italia8,16%1,13820120,004,1

 

Como podemos ver de los 3 países siendo España el que más potencial de energía solar tiene, es el que menos lo aprovecha, a pesar incluso de que al encontrarnos más al sur no solo contamos con una mayor irradiación si no con menores diferencias de esta en función de las estaciones. La comparativa está simplificada y se ha hecho sin tener en cuenta las diferencias que pueden existir en lo que a tecnologías instaladas se refiere o a aspectos como la diferenciación entre que parte es solar térmica o fotovoltaica. Pero estos aspectos, en la práctica, podrían incluso ser argumentos a favor de un posible aprovechamiento aún mayor de estas tecnologías en nuestro país. La aún complicada gestión de estas energías (fotovoltaica y eólica) no es excusa para aumentar su todavía muy reducida participación en el cómputo global, países como Alemania satisfacen un mayor consumo a través de estas tecnologías.

Por otro lado, el descenso de los costes de baterías para la gestión de éstas es prometedor, en tan solo dos años 2017-2019, el LCOE asociado a estas instalaciones se ha reducido a la mitad y las continuas innovaciones hace prever que para el año 2030 los sistemas de gestión y almacenamiento será capaces de ser instalados de forma masiva, para entonces podríamos alcanzar al menos la capacidad de generación que es posible, aun sin estos sistemas.

Además, el nuevo marco legal del autoconsumo impulsa un sector que debe ser puntero en la transición energética, en la que será crucial aumentar la generación energética de los países, debido a los cambios en el modelo del transporte y la industria, haciéndolo posible de forma renovable y sostenible. No será beneficio para la crisis climática que vivimos, cambiar estos modelos aumentando la generación eléctrica basada en combustibles fósiles.

Un cambio que parece estar en el buen camino si atendemos a la nueva potencia instalada de esta tecnología en el último año, después de parón que sufrió en la crisis económica, justo cuando esta tecnología alcanzó la paridad de la red (año 2013).

 Esperemos que la crisis del COVID-19, nos sirva para reflexionar sobre el modelo actual, tanto energético como derivados, industria, transporte, etc. Y en lugar de frenar este reciente impulso, veamos una oportunidad como muchos organismos ya señalan para aprovechar tecnologías e impulsar sectores que no solo nos permiten avanzar hacia un modelo más sostenible desde el punto de vista de las emisiones, sino que, además, generan empleo local y participan en la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

 

País Fracción de Energía Solar / E. Total GWh producidos al año / MW potencia instalada  Potencia Instalada MW Irradiación media anual (kWh / m2)
Alemania 6,90% 0,937 43921,58 3,0
España 4,70% 1,736 7017,93 4,5
Italia 8,16% 1,138 20120,00 4,1