De las tierras de Cervantes a las de Mashtots: mi experiencia Erasmus


Experiencia TransfrontEU - Laura Lucía Laurenti | ARMENIA | Yerevan State University
Categoría: otros
Estas líneas no lograrán captar toda la riqueza de una experiencia de movilidad estudiantil, pero, probablemente entusiasmar a aquellos que aún no han visitado Armenia a que la elijan como uno de los destinos de intercambio académico único dada su basta cultura y tradiciones.
Desde el primer día que pisé Ereván supe que no sería fácil, puesto que su idioma desafiaba mi capacidad comunicativa, ampliamente entrenada en inglés y otras lenguas latinas. Sin dominar ni armenio ni ruso, las lenguas más usadas en esta ciudad, todo fue un poco más complejo. De todos modos, con empeño y muchas ganas, logré conectar con su gente y mimetizarme en sus rincones repletos de arte e historia.
El primer paso fue llegar a Yerevan State University (YSU) y contactar a sus autoridades.
Desde la oficina de Relaciones Internacionales, el Decano de la Facultad de Lenguas Europeas y Comunicación hasta mi tutora, la Dra. Seda Gasparyan, todos demostraron amabilidad y buena predisposición. Mi plan de investigación doctoral se abrió paso de manera lenta pero sostenida. Mi espíritu perseverante logró la meta propuesta: entrevistar a científicos en el ámbito de ciencias de la salud que realizan sus presentaciones en inglés en eventos internacionales. A pesar de lidiar con una agenda ocupada y extensa, estos investigadores contestaron con detalle a cada una de mis preguntas, ofreciéndome una mirada enriquecida del género discursivo bajo estudio. En efecto, su contribución ha sido un insumo clave para delinear posibles acciones pedagógicas para enseñar a presentar ciencia en inglés.
El segundo paso fue manejarme con soltura y explorar la ciudad. Gracias a la Universidad Nacional de Córdoba (Argentina), pude acceder a un curso gratuito virtual de armenio a cargo de la profesora Elena Achdjian, lo cual significó un gran avance para relacionarme – aunque a nivel básico – con algunos locales. Pude conocer gente muy amigable que no dejó de sorprenderme con cuánto sabían de historia y de lucha, de un país que sufrió uno de los genocidios más brutales de toda la humanidad. Mirar con añoranza al monte Ararat en lo alto del cielo y saberlo de otra nación aún resuenan en mi mente y no me deja sino establecer un paralelismo con las Islas Malvinas, que, aunque sean nombradas diferente en los mapas mundiales, son y serán argentinas. Es, quizás este aspecto el que me permitió conectar con Armenia de manera más profunda. Afortunadamente, lo que las naciones rapiña no pueden arrancarnos es la memoria. Caminar por las calles de Ereván y contemplar sus monumentos, esculturas, tiendas de artesanías, teatros y manifestaciones artísticas recalcan con contundencia su identidad nacional. Recorrer sus museos y parques alimentaron de placer cada uno de mis rincones y ayudaron a mitigar esos sentimientos de añoranza que a veces invaden a la distancia.
Finalmente, mi deseo de conectar me llevó a conocer a otras valiosas personas dentro de la universidad. Una de ellas fue la Dra. Hasmik Baghdasaryan, directora del Departamento de Filología Romance, quien amablemente me abrió las puertas a la cátedra de español. A partir de su encuentro pude participar como oyente de una de las clases de español en las
que estaban realizando presentaciones orales finales y también impartir una breve clase de lengua-cultura española a estudiantes avanzados de esta lengua. Esta experiencia me llenó de alegría puesto que fue emocionante ver cómo los estudiantes armenios son receptivos a nuestra lengua y cultura. Todos demostraron un gran interés en conocer más y apreciaron mi clase con palabras de agradecimiento. Otra docente que también realizó un aporte interesante a mi formación fue la Dra. Jurgita Macijauskaité-Bonda de la universidad Vytautas Magnus (Lituania) quien ofreció una charla sobre la enseñanza de lenguas en la era de la Inteligencia Artificial. Su exposición fue inspiradora y me permitió reflexionar sobre el papel de la IA en la propuesta de enseñanza que estoy diseñando para futuros cursos de inglés.
Esta reseña no estaría completa si no agradeciera a Irina y Silva, dos estudiantes de YSU que me ofrecieron su amistad durante mi estadía. Mi gratitud también se extiende a Anna, Astghik y Meri Elen que me abrieron las puertas de su familia y con quienes compartí inolvidables noches de exquisita música junto a la Orquesta Filarmónica de Armenia en la que Anna toca la viola de manera magistral. Gracias también a Olga, profesora de lituano en YSU, por su calidez y grata compañía.
Como anticipé en los inicios de este escrito, estas líneas sólo reflejan un breve resumen de toda la experiencia que viví en Ereván. Esta preciosa ciudad no sólo fue lugar de estudio e investigación, sino cuna de recuerdos imborrables. Su comida, idioma, música, tradiciones e historia serán siempre reflejo de la belleza y resiliencia de su gente. La magia de Ereván es tan basta como su legado y movilidades Erasmus como la de TransFontEU ofrecida por la Universidad de Málaga pueden abrirte las puertas a conocerla, admirarla y querer volver. Brindo por más oportunidades como ésta.
¡Hasta nuevos destinos!