Guía Útil De Protocolo En El Ámbito Empresarial En Corea Del Sur

A la hora de hacer negocios en otro país siempre hay que tener en cuenta la cultura del mismo. Las formas de comunicación pueden significar cosas totalmente distintas en otras culturas y son importantes a la hora de confiar y crear una relación, aunque sea empresarial, con entidades extranjeras.

En Corea del Sur es importante llegar primero a crear un vínculo con la otra empresa y sus representantes antes de pensar siquiera en cerrar acuerdos con ellos. Por ello, hemos recopilado una pequeña guía sobre las actitudes que es preferible tener a la hora de emprender esas relaciones.

En la siguiente guía se habla del primer contacto, las reuniones, cenas de empresa y algunos aspectos generales a tener en cuenta.

Primer Contacto

La forma adecuada de saludar a alguien en la cultura coreana en el ámbito formal es con una reverencia, mientras en un ámbito más informal puede hacerse con una inclinación de cabeza. Las reverencias con un ángulo de inclinación de 90 grados son muestras de mayor respeto. 

No es habitual ni cortés dar la mano ya que en Corea existe un gran respeto por el espacio personal (con lo cual tampoco hay que mostrar afecto físico con personas poco conocidas, ya sea un abrazo o una mano en el hombro) Sin embargo, es posible que ellos mismo extiendan la mano o inicien ese contacto al tener ya experiencia con personas extranjeras. Si se da un apretón de manos, la otra mano debe sujetar a la principal.

Tienen muy en cuenta la puntualidad y suelen llegar antes de lo previsto. El llegar tarde es visto como una falta de respeto en la cultura coreana.

A la hora de hablar, hay que procurar no gesticular demasiado ni hablar en voz muy alta ya que se trata de una cultura que aprecia la armonía y tranquilidad. Por otra parte, hay que evitar el sentarse con las piernas estiradas o cruzadas, se percibe como falta de formalidad.

Lo normal es que se hable de la edad de cada uno para saber cómo tratarse y referirse entre ellos, en Corea se tiene muy en cuenta la jerarquía en todo ámbito.

Tampoco suele ser bien recibido el "small talk", o charlas triviales, las cuales no tienen ninguna funcionalidad per se.

General

Al tenerse en gran consideración la jerarquía, ya sea por edad o título profesional, hay que tenerlo en cuenta a la hora de referirse a los demás y mostrar respeto. Aprecian el respeto, la paciencia y el tacto de los demás, creando así un ambiente tranquilo y armonioso, que es lo que buscan en sus interacciones.

En cuanto a la actitud en público, es preferible señalar con la mano entera en vez de con el dedo directamente y no sonarse la nariz delante de la gente.

A la hora de recibir y dar cualquier cosa (ya sea un regalo, una tarjeta de visita pasar un plato de comida), hay que hacerlo sujetando el objeto con ambas manos o, en su defecto, con la mano derecha sujetando el objeto y la izquierda sujetando el antebrazo de la derecha. Es una muestra de respeto por el objeto y la persona con la que se interactúa.

A su vez, si se reciben regalos no se deben abrir directamente en frente de la persona que lo haya dado, lo mejor es pedir primero permiso para abrirlo o esperar a estar en la intimidad para hacerlo, así se evita tener que ser deshonesto con lo complacido que se esté con el regalo.

En Corea, cuando se le llama a alguien a distancia, no se usa con la palma de la mano hacia arriba ni con el dedo, son considerados gestos para los animales. Para las personas el gesto se hace con la palma de la mano hacia abajo.

Algunos tópicos a evitar durante las conversaciones son los temas sobre su vecino Corea del Norte, la Guerra de Corea o China, temas que pueden poner en una situación incómoda a los nativos.

Negocios

En Corea, los asuntos de negocios tienen mucho que ver con las relaciones, el crear un vínculo previo es fundamental. Por lo tanto, no hay que esperar cerrar ningún acuerdo en la primera reunión ni en la primera visita al país, sino el crear esa relación, estudiar el país y adaptarse un poco. 

Las reuniones tienen que ser convocadas con 3 o 4 semanas de antelación y en la carta debe de haber información general de la empresa, debería estar disponible en inglés y preferiblemente también en coreano para facilitar el entendimiento y mostrar interés. Lo mejor es contar con terceras personas y contactos con la empresa antes de intentar comenzar una relación con alguna empresa.

A la hora de encontrarse con un director general (CEO) de una empresa coreana, es preferible que se encuentre con el director general de la propia empresa visitante. El enviar a alguien de menor rango a encontrarse con un CEO es visto como una falta de respeto, como si no se mereciera el conocer al otro director general. 

En primer lugar todos los integrantes de la reunión se suelen presentar. Si se da el caso, dejar presentarse primero a los superiores.

La mejor opción para este tipo de encuentros es tener un intérprete nativo coreano, ya que ellos conocen mejor sus protocolos tanto de comportamiento como en el lenguaje y pueden escoger mejor las palabras al traducir según la situación. También se aconseja mostrar interés por su cultura, un gesto que siempre es apreciado, y su lengua, aprendiendo un coreano básico.

Un aspecto fundamental de los encuentros es el intercambio de tarjetas de visita, siendo como un ritual. Hay que recibirla y entregarla con ambas manos. Al recibirla, hay que mostrar respeto y nunca guardarla directamente, se debe de examinar bien y lo común es dejarla sobre la mesa. El trato a la tarjeta de visita de alguien se ve como el trato a la persona a la que perteneces, como una extensión de ellos. Por supuesto, nunca hay que escribir en ellas.

En cuanto a la vestimenta, lo normal es llevar un traje negro con camisa blanca clásica, evitando ornamentos salvo un reloj y la alianza para los hombres. En el caso de las mujeres se espera un traje empresarial clásico con una falda de tubo hasta las rodillas. En las reuniones lo normal es quitarse la chaqueta sólo cuando la persona de autoridad lo haga. Las mujeres deben quitarse la ropa superior (como jerseys y suéteres) en la intimidad y no en frente de los demás, lo cual puede verse como provocativo y poco profesional.

Es importante no interrumpir a nadie, sólo interactuar y hablar cuando alguien lo haga antes con usted. Preguntar con cuestiones abiertas en vez de las que requieran un sí o no directo ya que se trata de contestaciones que resultan incómodas a las personas coreanas por si la respuesta es negativa, prefieren decir un “lo intentaré” a un “no” rotundo. Hay que evitar a su vez contestar directamente con sí o no y evitar el insistir o forzar negociaciones.

En las reuniones son comunes los momentos de silencio y hace falta respetarlos, son momentos de reflexión y tranquilidad. A su vez, el mantener la mirada a alguien se considera descortés, más si es a alguien de alto grado jerárquico, se ve como un desafío.

Los coreanos aprecian mucho los regalos occidentales. Si se recibe un regalo, lo mejor es dar uno de un valor similar al recibido, sin sobrepasarse (evitar tijeras, cuchillos, sets que cuenten con cuatro cosas ya que es un número de la mala suerte, ni tarjetas con escritura en rojo).

Cenas de Empresa

Las cenas de empresa son una parte importante en los negocios, por lo tanto lo mejor es asistir. La persona con mayor autoridad es la primera en sentarse y hay que esperar a que se le asigne un sitio. También es la primera persona en comenzar a comer, con lo cual verás que nadie comienza antes que el superior.

Nunca hay que señalar con los palillos a la hora de comer ni dejarlos fuera del plato. Lo educado es aceptar invitaciones a bebidas alcohólicas por parte de los superiores. Sin embargo, no se debe de beber directamente en frente de ellos. Hay que girarse hacia el lado contrario en el que estén y con una mano sujetar la bebida mientras se tapa a la vista de los demás con la otra.

Al pasar cualquier plato o vaso, al igual que al recibirlo, hay que hacerlo sujetando el objeto con ambas manos (incluido al sujetar el propio vaso cuando le sirven).

Otra muestra de respeto a considerar es el levantar de la mesa en el momento en el que llegue la persona con mayor autoridad y a la hora de su marcha del lugar.