Nombre

Elena

 

Apellidos

Avilés Hernández

 

Universidad de Origen

Universidad de Málaga

 

Universidad de Destino

Incheon National University

 

Fecha de inicio de la movilidad

28 de Junio de 2021

 

Fecha de fin de la movilidad

16 de Julio de 2021

 

Tipo de movilidad

Personal Docencia

 


 

Mi llegada a Corea ha sido completamente diferente a cuando realicé la estancia doctoral en la Universidad de Incheon en 2019. En este caso, la policía estaba esperándome en el aeropuerto para escoltarme en un autobús hasta un hotel asignado de forma aleatoria en el que permanecería en cuarentena durante dos semanas antes de poder incorporarme formalmente a la universidad. Dicho periodo ha sido bastante complicado, ya que estaba completamente aislada en una habitación sin poder salir siquiera por tema de alimentación.

El personal del hotel era el que dejaba en la puerta la ración de comida correspondiente. Además, era obligatorio descargarse una aplicación en el teléfono en la que subir dos informes diarios reflejando, entre otros aspectos, la temperatura corporal tomada con un termómetro proporcionado en un “kit COVID”.

En muchas ocasiones, ni el servicio ni la calidad de la comida se correspondían con el alto precio a pagar por dicha cuarentena. Traté de concentrarme lo máximo posible en sacar adelante todos los asuntos de trabajo que tenía pendientes y preparar las clases que realizaría con posterioridad; sin embargo, no fue fácil. Una vez finalizada la cuarentena y ya en la Universidad de Incheon se percibía un panorama similar al vivido en la Universidad de Málaga durante este curso académico: el campus con pocos estudiantes y con la mayoría de servicios cerrados o con restricciones, las clases en su mayoría virtuales en función de los casos de COVID y la constante sensación de preocupación e inseguridad por las tasas de contagios cada vez mayores. A pesar de toda esta situación, tanto el profesorado como el personal administrativo me han hecho sentir como en casa, proporcionándome todos los recursos que tenían a su alcance; entre otros, un despacho en el que he podido trabajar sin inconveniente alguno. Además, dentro de los límites establecidos por el gobierno, han tratado de realizar una serie de intercambios de información y experiencias con el profesorado de la INU.

Sin embargo, algunas de las reuniones con el equipo de gobierno y el área de relaciones internacionales han tenido que cancelarse debido a un brote entre el personal de la universidad. En relación con el choque cultural, si antes ya era notable, con la situación generada por el COVID-19 es aún mayor. Existe una percepción generalizada -aunque errónea según las estadísticas- de que es el extranjero el que incrementa la tasa de contagios en el país. Por este motivo, en muchas ocasiones los coreanos evitan el contacto con todo aquel que no es nacional, lo que dificulta la actividad diaria.

A pesar de todo, los alumnos y asistentes a mis clases han mostrado un gran interés por el contenido y materiales de las clases impartidas y me he sentido valorada y escuchada. Este es uno de los muchos motivos por los que recomiendo encarecidamente que todo aquel interesado en este tipo de experiencia la pruebe en primera persona, ya que no se va a arrepentir. Ya sea en la Universidad de Incheon o en cualquiera otra, considero que es una experiencia que aporta al profesorado unas competencias personales y profesionales que repercuten de forma directa en la calidad de su enseñanza y que son difícilmente alcanzables si no es a partir de una experiencia similar a la vivida gracias a la convocatoria KA-107. 

 

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