En documentos de múltiples autores, la primera posición de autor claramente se debe asignar a la persona que hace la mayor contribución, como es práctica común. Sin embargo, los autores suelen adoptar diferentes métodos de acreditación de las contribuciones de los siguientes autores, debido a tradiciones muy diferentes entre los distintos países y áreas de investigación e incluso entre las subdisciplinas, pues no existe un único criterio oficialmente establecido para disponer el orden de firma de los autores; y según reconoce el Committee on Publication Ethics (COPE), es un tema polémico promover un orden de firma determinado. 

Tscharntke et al. (2007), distingue cuatro criterios. Entre los criterios más utilizados destaca el denominado First-Last-Author Emphasis:

En esencia, el primer autor es el que ha jugado el papel de concebir el trabajo, de planificarlo y lidera la ejecución del mismo en sus diferentes fases. La aportación del segundo autor y siguientes es más variada: escribir el artículo, aportar comentarios sustanciales o ejecutar tareas especializadas. Finalmente el último autor se encarga de revisar críticamente el manuscrito y certificar que el artículo está listo para el envío; esta posición se corresponde con investigadores senior. 

Este enfoque es apropiado para  publicaciones que informan de los resultados de proyectos de investigación. En disciplinas como las humanidades y ciencias sociales, el último autor,  a menos que se indique lo contrario, es el que ha realizado la menor contribución sustancial.

Cada vez,  es más frecuente que los editores de revistas apliquen el sistema de Autoría por Contribución, que supone la descripción exacta de las tareas realizadas por cada autor en la obra, junto con la figura del “garante”, quien además de contribuir sustancialmente en la obra, garantiza, avala y se hace responsable de la integridad del proyecto en su conjunto antes y después de la publicación.

Tscharntke et al. (2007), sugiere que el criterio adoptado se indique en la sección de agradecimientos.

En cualquier caso es imprescindible que todos los firmantes hayan hecho una contribución sustancial al manuscrito y evitar tanto la autoría honoraria, es decir, listar firmantes que no han contribuido, como la autoría fantasma, es decir, investigadores con contribuciones sustanciales que no aparecen. 

Acosta, A. (2007). Cómo definir autoría y orden de autoría en artículos científicos usando criterios cuantitativos. Universitas Scientiarium. Revista de la Facultad de Ciencias, 12(1): 67-81. 

Guallar, S. (2007). Un método para cuantificar las contribuciones de los colaboradores en las publicaciones científicas. Animal Biodiversity and Conservation, 30 (1): 71–81.

Petroianu, A. (2002). Autoria de um trabalho científico. Rev. Assoc. Med. Bras. 48:60-5. 

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