Una portada histórica para la Universidad

El decreto de creación de la Universidad de Málaga fue firmado el 18 de agosto de 1972. Un día después, Diario Sur daba la noticia en esta histórica portada que hoy rescatamos. El apoyo de los medios de comunicación resultó un acicate definitivo para quienes reclamaban el nacimiento de la universidad. Inicialmente, la UMA contó únicamente con las facultades de Ciencias Económicas y Empresariales, ya existentes, así como la de Medicina, creada en ese momento. Durante estos 40 años, los datos han crecido de forma espectacular: la institución posee actualmente 2.500 docentes, 40.000 estudiantes y 52 titulaciones. Además, la Universidad de Málaga se ha convertido en un importante dinamizador cultural y en un soporte básico para el futuro tecnológico e investigador de la provincia.

La portada de aquel día también recogía la creación de las universidades de Córdoba y Santander y de la Universidad Nacional de Enseñanza Media a Distancia. Ya en páginas interiores, la información refleja que “en igual línea ha sido creada por el Gobierno la Escuela Universitaria de Idiomas en la Universidad Autónoma de Barcelona, con carácter experimental”.

Vargas Llosa, honoris causa en 2007

El escritor peruano Mario Vargas Llosa fue nombrado Doctor Honoris Causa por la Universidad de Málaga en 2007. Durante el acto, celebrado el 25 de abril, el novelista quiso recordar a autores como Paul Bowles, Truman Capote, Jean-Paul Sartre, Charles Dickens, León Tolstói, Gustave Flavubert o Thomas Mann. “Aunque la influencia mayor fue, tuvo que ser, la del maestro supremo de tantos novelistas de mi generación (y también de las inmediatamente anterior y posterior) en el mundo entero: William Faulkner”, confesó. La profesora de la Facultad de Filosofía y Letras y directora del Curso de Literatura Hispanoamericana de la Universidad, Guadalupe Fernández Ariza, fue la promotora de este reconocimiento. A la universalidad de la obra de Vargas Llosa, que cuenta con títulos como ‘La ciudad y los perros’ (1963) o ‘Conversación en la catedral’ (1969), Fernández Ariza quiso unir la vinculación del novelista con la provincia malagueña.

Una pieza clave de la Asociación de Amigos de la UMA

Ayer recordábamos las palabras de la rectora, Adelaida de la Calle, sobre el papel desempeñado por la Asociación de Amigos de la Universidad de Málaga en la creación de la institución. Hoy compartimos un documento histórico: la portada de los Estatutos aprobados por el Gobernador Civil en 1968. Esta asociación, que contó con algunos de los personajes más importantes de la vida política, cultural y social de toda la provincia, fue la iniciativa más importante llevada a cabo para demandar la puesta en marcha de una universidad en Málaga. La asociación se apoyaba en la injusta desigualdad que desprendía la diferencia cuantitativa de instituciones de enseñanza superior entre el sur y el norte del país, así como en el hecho de que las bases ya estaban creadas; Málaga poseía por entonces la Escuela de Peritos, la Escuela Normal, la Facultad de Económicas –dependiente en ese momento de la Universidad de Granada–, y el Seminario, donde se impartían materias filosóficas y teológicas. La publicación del decreto de creación de la Universidad de Málaga, publicado en el Boletín Oficial del Estado el 30 de septiembre de 1972, ponía fin a un largo proceso en el que esta Asociación de Amigos, compuesta por los agentes sociales más activos de Málaga y respaldada por el eco de los medios de comunicación, resultó pieza clave.

Una de las instituciones más valoradas

El pasado mes de diciembre se celebró un acto en el que se animó a los malagueños a participar en el 40 aniversario de la Universidad de Málaga. En él, y tras un breve repaso a la historia y a la lucha para que Málaga dejara de ser la única ciudad de Europa con más de 300.000  habitantes sin universidad, la rectora, Adelaida De la Calle, se refirió a la publicación del Decreto de creación de la UMA, allá por septiembre de 1972, hito que resumió como “una oportunidad para igualarnos con otras ciudades grandes de España y una ocasión para que esta ciudad pudiera generar investigación, desarrollo e innovación para beneficio del entorno económico y social”.

Su primer agradecimiento fue para la Asociación de Amigos de la Universidad de Málaga, que tanto hizo por la aprobación, y para todos los ciudadanos “que han confiado a esta institución la formación de sus hijos, los más de 100.000 que han obtenido su título oficial y los que reconocen y valoran el papel transformador de la UMA”.

“Han transcurrido sólo 40 años desde la creación. Si nos comparamos con otras universidades españolas y europeas, estamos comenzando”, señaló, al tiempo que tuvo un recuerdo para los cinco rectores que la han precedido en el cargo: Antonio Gallego Morell, José María Smith Agreda, Antonio Pérez de la Cruz, José María Martín Delgado y Antonio Díez de los Ríos.

A todos ellos les dijo: “Han conseguido ustedes situar a la universidad de Málaga en sus coordinadas espacio tiempo, colocándola entre las instituciones más valoradas, procurando que en medio de la confrontación de intereses políticos apareciera siempre como un elemento de estabilidad y de sosiego. Sin estar al margen, sino por encima de enfrentamientos y disputas”.

“En sólo 40 años hemos pasado de ser una universidad incipiente a ser reconocida como Campus de Excelencia Internacional, hemos pasado de tener poco más de dos mil alumnos y 200 profesores a casi 40.000 estudiantes y 2.500 docentes. Ocupamos el segundo puesto en Andalucía en transferencia tecnológico y el decimoquinto a nivel nacional. Ocupamos el cuarto puesto en número de patentes y somos los quintos a nivel nacional, en creación de empresas de base tecnológica, ocupando el primer lugar de Andalucía”, repasó la rectora.

Tras una década, María Zambrano

El 19 de diciembre del año 1982 la Universidad de Málaga concedió a la filósofa malagueña, natural de Vélez-Málaga, María Zambrano, la distinción de doctora honoris causa. Había pasado una década desde la inauguración de la institución universitaria. En esta foto del archivo de Diario SUR, vemos a Zambrano con el título en sus manos, en su domicilio de Madrid. Un año antes, la pensadora había obtenido el premio Príncipe de Asturias.