Un hábito saludable como desplazarse en bicicleta por la ciudad no puede ser un camino lleno de obstáculos. De esa premisa partió el proyecto de un equipo investigador de la Universidad de Málaga para definir un mapa basado en un sistema de inteligencia artificial que ayude a ayuntamientos a ubicar los puntos de su red de estacionamientos de ciclos lo más cerca posible de los vecinos que los usan.

Para llegar a esta propuesta, este grupo científico ha creado cinco algoritmos bioinspirados, es decir, aquellos que simulan la evolución de los seres vivos. El proceso no ha sido tan difícil como en muchas ciudades aparcar la bicicleta sin contravenir las ordenanzas municipales, pero tampoco ha estado exento de dificultades.

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