La provincia de Málaga, por su ubicación geográfica -entre dos mares y dos continentes-, posee gran variabilidad espacio-temporal de los procesos climáticos, que se manifiestan en un ecosistema heterógeneo y diverso, el mediterráneo, caracterizado por procesos eco-geomorfológicos y paisajes también diversos. Por otra parte, las regiones costeras mediterráneas han desarrollado un modelo de ocupación del territorio muy intensivo, ocupando las llanuras de inundación de los principales ríos y arroyos y las primeras orlas montañosas. Estas características conforman un espacio en el que las condiciones naturales generan un nivel alto de peligrosidad y la inadaptación de los usos humanos a las limitaciones del territorio propician situaciones de exposición y vulnerabilidad frente a la inundación, que desembocan con frecuencia en catástrofes.