La Facultad de Turismo de la Universidad de Málaga ha celebrado la quinta edición del Seminario de Patrimonio Cultural, esta vez enfocado al turismo gastronómico. Esta actividad se ha enmarcado en la asignatura Difusión turística del Patrimonio, del grado en Turismo, bajo la coordinación de Antonio Jesús Santana Guzmán.
El evento se ha dedicado al patrimonio gastronómico entendido como recurso y producto turístico; la finalidad del mismo es facilitar al estudiantado la obtención de conocimientos, herramientas y competencias para conocer, estudiar y dar difusión a este patrimonio cultural inmaterial. Para ello se ha contado con cinco expertos: Ezequiel Moya, presidente de la Asociación el Pasero y técnico de turismo del Ayuntamiento de El Borge; Gema Pérez, guía de visitas y catas en Milamores Ronda; Margarita Jiménez, secretaria ejecutiva del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Aceituna Aloreña de Málaga, Antonio García-Agua, responsable de Rulo Malagueño; y Miguel Ángel Báez, técnico de la Delegación de Medio Ambiente, Turismo Interior y Cambio Climático, de la Diputación de Málaga.
 Además, este mes de octubre de 2023, la UNESCO celebra el vigésimo aniversario de la Convención para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial. Bajo el lema #PatrimonioVivo, han lanzado una invitación en abierto para sumarse a esta conmemoración a través de la organización de actividades. En este caso han considerado y sumando nuestra propuesta; en ella ponemos en valor el patrimonio gastronómico, así como “las prácticas, expresiones, saberes [y sabores] o técnicas transmitidos por las comunidades de generación en generación” a través del mismo, y considerando en todo momento “favorecer la creatividad y el bienestar social, contribuye a la gestión del entorno natural y social y genera ingresos económicos” gracias al desarrollo del turismo sostenible en el territorio.
Del mismo modo hemos considerado el lema de las Jornadas Europeas del Patrimonio Cultural que, en 2023, está dedicado al “patrimonio vivo”: las tradiciones y las técnicas culturales, siendo estas dos de los cimientos esenciales del patrimonio gastronómico. Por ello se ha destacado la importancia que tiene su transmisión a las nuevas generaciones para asegurar su preservación a lo largo de tiempo.