Los actos académicos que como el que esta tarde nos reúne sirven para valorar y honrar a aquellas personas e instituciones que ha contribuido de forma importante al desarrollo y fortalecimiento de nuestra Universidad, pero hoy, además, queremos saldar una deuda de gratitud histórica contraída con la Universidad de Granada, nuestra Alma Mater.

La Universidad de Granada forma parte de las primeras, y más prestigiosas, instituciones académicas de nuestro país y ha sido la raíz y fuente de conocimiento e inspiración de otras universidades andaluzas junto con la nuestra, desde su sólida capacidad docente e investigadora, a través de su ejemplo en la formación de ciudadanos libres.

La Universidad de García Lorca, de Jorge Guillén, de Blas Infante o de Giner de los Ríos. De tantos hombres y mujeres que han marcado la historia. Una universidad que ha ejercido un halo de influencia que hoy queremos reconocer desde el agradecimiento a la institución que dio cobijo a nuestros primeros centros universitarios  y que supuso un oasis de ilusión y esperanza para el anhelo de tantos ciudadanos que hicieron realidad el sueño de tener una universidad en esta gran ciudad.

Hoy la historia me concede el privilegio de representar a la universidad de Málaga en este acto de reconocimiento público a la Universidad que nos enseñó a ser Universidad.

Pero permítanme que en este momento recuerde y agradezca, además, a aquellos que han construido esta historia.

A la Asociación de Amigos de la Universidad de Málaga que pusieron voz a los miles de malagueños que pedían y defendían una universidad para esta ciudad.

A los que me precedieron en este cargo, Antonio Gallego Morell, rector comisario hasta 1976 en que fue elegido Rector de la Universidad de Granada. Jose María Smith Agreda, Antonio Pérez de la Cruz, José María Martin Delgado, Antonio Díez de los Ríos y Adelaida de la Calle Martín gracias a cuyo trabajo y dedicación la Universidad de Málaga ha alcanzado las cotas de calidad de las que hoy goza.

A los universitarios que, desde todos los ámbitos, desde la docencia, desde la investigación y desde los servicios, han trabajado, y trabajan, día a día con responsabilidad y esfuerzo para hacer de esta universidad una gran universidad.

A las instituciones que siempre nos apoyaron, y nos siguen apoyando, Ayuntamiento, Diputación y Junta de Andalucía, por creer y entender que a través de la formación universitaria se puede mejorar la sociedad, impregnando a los ciudadanos de valores éticos y morales que humanizan la convivencia.

Y por supuesto a los miles de personas que desde el principio confiaron en la Universidad de Málaga para su formación como profesionales y ciudadanos. Como el lugar donde construir su futuro.

Gracias a todos ellos, querida Rectora, hoy la Universidad de Málaga se puede presentar ante su Alma Mater como una universidad madura que ha cumplido las expectativas  y lucha, y sigue luchando, por la educación pública de calidad como una herramienta fundamental que sirve para construir un futuro mejor para todos, como un espacio abierto a la sociedad para su fortalecimiento y su desarrollo.

La Universidad de Granada fue la encargada de garantizar el proceso de creación y puesta en marcha de la nueva Universidad. Fue la principal proveedora de medios y profesorado para nuestra Universidad, con generosidad y esfuerzo, sin escatimar medios,

Su huella aún es visible en la nuestra, en las formas, en los procesos, en la manera de ser una institución pública, en la manera de afrontar los retos del futuro. Sirva como ejemplo ese sillón que hoy tengo el honor de ocupar, con el escudo de la Universidad de Granada, que conservamos como señal de memoria y de respeto a los que han trabajado por que la Universidad de Málaga sea hoy lo que es.

La Universidad de Granada es un ejemplo y un referente para la Universidad de Málaga, un espejo en el que mirarse y de quien seguir aprendiendo. Una institución que después de quinientos años de historia, y a pesar de las crisis, y especialmente esta crisis actual en la que el valor de lo público se pone en entredicho, sigue siendo un baluarte del conocimiento, de la tolerancia y de la cultura, un lugar de encuentro para el pensamiento libre y la capacidad creativa. Un referente de la defensa y del valor de la universidad pública.

Hoy la Universidad de Granada ha dado muestras, una vez más, de su grandeza y sus palabra, señora Rectora, han hecho que también nos sintamos grandes.

El futuro pertenece a quienes creen en la belleza de sus sueños. Y nosotros seguimos soñando. Si compartimos una parte del pasado, querida Rectora, te propongo que afrontemos también juntos una parte del futuro para construir unidos un sistema universitario mejor, más justo, y más solidario. Un modelo basado las personas y al servicio de la sociedad.

Hoy queremos, querida rectora, ante tanta  generosidad  y tanto esfuerzo mostrar una parte de nuestra gratitud a la Universidad de Granada, aún sabiendo que nunca será suficiente.