Por octavo año consecutivo Málaga acoge junto a más de 250 capitales del continente ‘La Noche Europea de los Investigadores’. En esta ocasión, la iniciativa ha tenido lugar en distintos puntos del centro de la capital como el Paseo del Parque, el Rectorado, el Ayuntamiento, el Museo Alborania y la Academia Malagueña de Ciencias. Escenarios de lujo donde los científicos han podido compartir impresiones y experiencias con los asistentes a través de una interesante oferta centrada en la difusión de la ciencia adaptada a todos los públicos.

La Noche Europea de los Investigadores, liderada en Andalucía por la Fundación Descubre, es una noche abierta a todos los públicos y a todas las edades. Una oferta lúdica y científica con más de medio centenar de actividades en las que un total de 323 investigadores e investigadoras de diversos ámbitos del conocimiento han sacado a la calle el trabajo que realizan a diario en el laboratorio. 

En Málaga la programación ha constado de 71 actividades, de las cuales las de un carácter más lúdico e interactivo se han localizado a lo largo del Paseo del Parque. Desde experiencias científicas sobre alimentación, biología marina y células madre; a talleres que han mostrado, entre otras cuestiones, cómo educar nuestra alimentación, los secretos de la tabla periódica o los “superpoderes” de los microorganismos.

Además, la programación ha contado con 24 tertulias (microencuentros) celebrados en el Rectorado. En ellas han tenido cabida temas tan diversos como la Málaga de los Gálvez y su leyenda negra, la inteligencia artificial y el 5G, la innovación en la empresa familiar o los pormenores de la colaboración de la UMA en la próxima misión Mars 2020. En este mismo formato la Academia Malagueña de Ciencias ha celebrado a partir de las 19:30 horas en su sede de calle Moratín la mesa ‘Medicina regenerativa y órganos artificiales. Una nueva frontera de la medicina moderna’.

Por otro lado, cientos de asistentes han participado en las cuatro sesiones de microcharlas ‘Ciencias en pequeñas dosis’ en el Patio de Banderas del Ayuntamiento. La primera de ellas dedicada al fenómeno del alquiler vacacional, con el título ‘Viviendas con fines turísticos, ¿amenaza u oportunidad?’; la segunda, ‘Fraterni-Lab en la Smart City’, estuvo centrada en los aspectos sociales y ecológicos a tener en cuenta en el desarrollo económico y tecnológico actual; y las dos últimas, que han abordado el papel femenino en la historia de la ciencia con las ponencias ‘Mujeres científicas: ¿conoces alguna?’ y ‘Voces olvidadas del pasado: mujeres y creadoras’.

Como en ediciones anteriores, La Noche en Málaga ha contado con la visita científica al Museo Alborania (Aula del Mar). En ella los asistentes han conocido de cerca, por un lado, los secretos marinos que esconden las instalaciones del Aula del Mar, en las que hay reunidas más de 6.000 especies.

Asimismo, La Noche en Málaga ha completado su oferta en el Rectorado con ‘Hablando se entiende la ciencia’, una serie de conferencias monográficas en las que se han tratado ámbitos como la terapia con células madre, la medicina de precisión, el Internet de las Cosas y el análisis de los sistemas de teleasistencia para personas con demencia, estas dos últimas presentadas por la empresa DBR-Automation CATS e IBIMA, respectivamente. De forma paralela, la terraza del Rectorado ha sido el escenario de la cata científica Málaga en los vinos: aroma y sabor. La cuestión química, a cargo de Bodegas Victoria Ordóñez e Hijos y con la colaboración del catedrático Ezequiel Pérez Inestrosa, del Departamento de Química Orgánica.

Por su parte, esta misma sede acoge desde principios de mes y hasta mediados de octubre la exposición ‘Talento Europeo en la UMA’, en la que el fotógrafo Juan M. Pérez Ramos retrata los perfiles de siete investigadores con financiación europea y sus líneas de trabajo.

Junto a todo ello, el público concentrado en el Paseo del Parque ha tenido la oportunidad de escuchar en directo al Coro de la Universidad de Málaga en la performance Singing at the Researchers’ Night, que ha puesto la nota musical a una velada que ha logrado reunir un septiembre más a alrededor de 10.200 personas en torno a la ciencia.

El rector de la Universidad de Málaga, José Ángel Narváez , valoró el evento como una muestra más de que la investigación es para y por la sociedad. “La ciencia, la innovación y la universidad son una aventura común en la que todos tenemos que estar”, añadió.

Por su parte, el alcalde Francisco de la Torre aplaudió la iniciativa y subrayó la necesidad de apostar el fomento de las vocaciones científicas para consolidar al país como potencia investigadora en el marco europeo. De otro lado, la delegada territorial de la Junta de Andalucía en materia universitaria, Carmen Sánchez Sierra, celebró la gran acogida de público que año tras año tiene la iniciativa y la imagen pública que aporta al colectivo investigador. “Debemos ser conscientes de su papel clave en el desarrollo de la humanidad y de la mejora de nuestra calidad de vida, por lo que todo lo que suponga impulsar la visibilidad de estos hombres y mujeres es un acierto”, concluyó.

Además de la Universidad de Málaga, que coordina la actividad en la provincia, han participado en la sede malagueña del evento el Jardín Botánico-Histórico ‘La Concepción’, el Instituto de Investigación Biomédica de Málaga, el Biobanco del Sistema Sanitario Público de Andalucía, el Museo de Málaga, el Centro Andaluz de Nanomedicina y Biotecnología, Encuentros con la Ciencia, el Museo Alborania, el Centro de Ciencia-Principia; y las empresas Arqueoeduca,  Immunestem, DBR Automation-CATS, Clínica Centro, Eventos Samuel Durán y Bodegas Victoria Ordóñez e Hijos; junto a la colaboración del Ayuntamiento de Málaga.

A nivel autonómico, en esta edición de la propuesta andaluza han participado como organizadoras las Universidades de Almería, Cádiz, Córdoba, Granada, Huelva, Sevilla, Pablo de Olavide, Málaga y Jaén, el Consejo Superior de Investigaciones Científicas, el Jardín Botánico de Córdoba y la Fundación Progreso y Salud. La Noche Europea de los Investigadores es un proyecto de divulgación científica promovido por la Comisión Europea dentro de las acciones Marie Sktodowska-Curie del programa Horizonte 2020, que tiene lugar simultáneamente en más de 250 ciudades europeas desde 2005.