50 son los investigadores -26 mujeres y 24 hombres- que desde el año 2001, fecha en la que se lanzó la primera convocatoria de las ayudas ‘Ramón y Cajal’, hasta hoy han pasado por la Universidad de Málaga, gracias a este programa de captación de talento del Ministerio de Ciencia e Innovación.

Coincidiendo con el ‘Año Cajal’, la UMA ha reunido esta tarde en el Jardín Botánico a una representación de estos 50 científicos de excelencia, de los que un total de 48 forman parte actualmente de la plantilla de la institución.

Se trata de la primera de las actividades organizada por el Vicerrectorado de Investigación y Transferencia para conmemorar esta efeméride, declarada por el Gobierno de España con motivo del 170 aniversario del nacimiento de Santiago Ramón y Cajal, considerado el padre de la neurociencia española.

Bajo el título ‘Más de 20 años del programa Ramón y Cajal: una apuesta de la carrera investigadora de calidad’, el encuentro ha sido presidido por el vicerrector de Investigación y Transferencia, Teodomiro López.

Captación de talento

“El acto de hoy es un homenaje a todos los ‘Ramones y Cajales' que han pasado por la UMA. Una cifra redonda: 50 investigadores en el 50 aniversario de la Universidad”, ha manifestado López Navarrete, que ha estado acompañado en la mesa por la vicerrectora adjunta de Investigación, Zaida Díaz.

Asimismo, el vicerrector ha recordado que esta convocatoria nacional es la más exitosa de la ciencia española en cuanto a captación de talento.

Fortaleza

Tras la presentación, los investigadores ‘Ramón y Cajal’ José Miguel Vadillo, del Departamento de Química Analítica (convocatoria 2001); Diego Romero, del de Microbiología (convocatoria 2011), y Diana López Barroso, del área de Psicobiología (convocatoria 2020), han compartido su trayectoria científica y profesional en la Universidad de Málaga.

Los protagonistas de la mesa han destacado como principales virtudes del programa su robustez y compromiso de estabilización. “Los Ramón y Cajal son una fortaleza para la Universidad”, han dicho.

Igualmente, han señalado el reconocimiento al trabajo científico que otorga este programa que, sin duda, abre la puerta para poder ser un investigador independiente.

José Miguel Vadillo Pérez completó la licenciatura en Ciencias Biológicas (especialidad Biología Molecular) en la Universidad de Navarra, doctorándose en Ciencias Químicas en la Universidad de Málaga en 1999.

Tras un corto periodo postdoctoral en el Departamento de Química del ETH en Zürich, se incorporó como becario postdoctoral Fulbright-MEC en el año 2000 al Departamento de Química de la Universidad de Stanford, a la finalización de la cual comenzó su contrato Ramón y Cajal en el departamento de Química Analítica de la UMA.

A partir de ese momento, y tras conseguir las evaluaciones I3, consiguió la promoción a profesor contratado doctor (2006-2010), profesor titular (2010-2017) y catedrático de Química Analítica desde 2017. Su línea de trabajo se centra en el análisis espectroscópico de sólidos con excitación láser.

Diego Francisco Romero Hinojosa es licenciado en Ciencias Biológicas y doctor por la Universidad de Málaga. Su trabajo de tesis se centró en la búsqueda y evaluación de microorganismos para su uso en agricultura sostenible.

Realizó una estancia post-doctoral de cuatro años en Harvard Medical School (EEUU) donde estudió la bioquímica detrás de la formación de biofilms bacterianos. Vuelve a la Universidad de Málaga gracias al programa Ramón y Cajal, donde consigue financiación de European Research Council (ERC-Stg), del programa nacional, autonómico, o de la Universidad, y un contrato con una empresa biotecnológica internacional.

Actualmente catedrático y coordinador del grupo ‘BacbioLab’, donde se estudia la matriz extracelular bacteriana en la “guerra química” que existe en las interacciones entre bacterias, y bacteria-eucariota y su papel en el establecimiento de redes nutricionales en torno a la planta. Dispone de varias patentes, y es autor de numerosos artículos en revistas de alto impacto, así como capítulos de libros.

Diana López Barroso licenciada en Psicología por la UMA, realizó la tesis doctoral en la Universidad de Barcelona, donde llevó a cabo trabajos pioneros sobre los correlatos neurocognitivos de las diferencias individuales en la habilidad para aprender nuevas palabras.

Realizó también varias estancias de investigación (Reino Unido, Estados Unidos) y durante la primera etapa postdoctoral se incorporó al Brain and Spine Institute (Hospital Pitié-Salpêtrière, París), dónde estudió los efectos neuroplásticos del aprendizaje de la lectura a distintas edades. Posteriormente se integró en la Unidad de Neurología Cognitiva y Afasias (Universidad de Málaga).

Sus estudios se sustentan en el uso de avanzadas técnicas de neuroimagen funcional y estructural, que permiten explorar los mecanismos cerebrales que están a la base de estas complejas capacidades humanas.

En octubre del pasado año fue distinguida con uno de los premios nacionales de investigación para jóvenes del Ministerio de Ciencia e Innovación, que reconocen el mérito de investigadores de España que hayan alcanzado logros relevantes en las primeras etapas de sus carreras.

Incorporación

La finalidad de las ayudas ‘Ramón y Cajal’ es promover la incorporación en organismos de investigación de personal investigador, tanto español como extranjero, con una trayectoria destacada con el fin de que adquieran las competencias y capacidades que les permitan obtener un puesto de carácter estable en un organismo de investigación del Sistema Español de Ciencia, Tecnología y de Innovación, incentivando, específicamente, la incorporación de investigadores que lleven desarrollando durante un determinado periodo su actividad profesional en el extranjero.

“La figura científica más importante de España”

Santiago Ramón y Cajal (Navarra, 1 de mayo de 1852 – Madrid, 17 de octubre de 1934) es un médico y científico español, especializado en histología y en anatomía patológica.

En 1902, fue nombrado director del ‘Laboratorio de Investigaciones Biológicas’, un centro de investigación fundado por orden del Rey Alfonso XIII con motivo de la concesión en 1900 del Premio Moscú a Santiago Ramón y Cajal. Este laboratorio nacional dio origen al Instituto Cajal en 1922, que luego se incorporó al CSIC el 24 de noviembre de 1939.

Premio Nobel en Fisiología y Medicina en 1906, es considerado como el padre de la neurociencia por sus estudios sobresalientes sobre la anatomía microscópica del sistema nervioso, sus observaciones sobre la degeneración y regeneración del sistema nervioso y por sus teorías sobre la función, el desarrollo y la plasticidad de este. Por primera vez, Cajal situó a España en la vanguardia de la ciencia internacional. Después de sus casi cincuenta años de trabajo (1887-1934) sus investigaciones siguen siendo referencia para neurocientíficos modernos de todo el mundo.