La Universidad de Málaga concede su máxima distinción a una investigadora brillante, una docente vocacional y una trabajadora incansable. A quien, en su generosidad, ha dedicado su tiempo y su talento a trabajar por hacer de esta Universidad una institución mejor para todos y al servicio de todos. A una servidora pública que ha hecho de la enseñanza su profesión, de la investigación su oficio y de la política un sueño y una razón de ser.

Ciencia y política parecen términos contradictorios, pero nuestra ilustre homenajeada los ha conjugado con sabia armonía, haciéndolas complementarias y, como decía Otto Von Bismarck, convirtiéndolas en un arte.

Querida Consejera:

Amiga Adelaida:

 

Hoy la Universidad de Málaga salda una deuda de gratitud y reconocimiento con una de las universitarias más destacadas en la corta historia de esta institución académica.

 

Tu nombre ya está inscrito con letras de oro en la historia de la Universidad de Málaga, el nombre de una profesora e investigadora pero además de una gestora pública reconocida y admirada, por su trayectoria personal y profesional; pero también querida y respetada por su talante y su talento.

 

Hoy, unimos tu nombre a los más ilustres de nuestra historia universitaria, a aquellos que han colaborado en la apasionante aventura de construir esta Universidad, a quienes se sientan a tu lado.

 

El nombre de una mujer, Adelaida de la Calle Martín. Una mujer que ha contribuido a la causa de engrandecer la Universidad de Málaga, pero que, además, forma parte también, de la historia de Andalucía como Consejera de Educación y de la historia de nuestro país, como Presidenta de la Conferencia de Rectores de las Universidades españolas. 

Una mujer a la que siempre molestó formar parte de ese eufemismo con el que se denomina “la cuota femenina”, porque siempre quiso destacar por lo que se considera “la cuota de mérito”.

Una mujer que siempre defendió que el progreso se produce cuando somos capaces de utilizar todo el talento, todas las capacidades de la sociedad, no sólo la mitad. Mujeres y hombres en igualdad de derechos contribuyendo al progreso.

Una mujer que siempre pensó, como Simone de Beauvoir, que “el problema de la mujer siempre ha sido un problema de hombres”. Tal vez por eso aún no se ha resuelto.

Adelaida de la Calle Martín forma parte ya de la lista de beneficiarios de la medalla de oro de la Universidad de Málaga, por méritos propios, por sus servicios extraordinarios a esta Universidad, a la formación universitaria y a la educación de los ciudadanos de Andalucía.

Los tiempos han cambiado mucho. Desde aquella época en la que Concepción Arenal irrumpió por primer vez en las aulas de la Universidad española, buscando ocupar el lugar que le correspondía como ciudadana del mundo; a la época actual, en la que más de un cincuenta por ciento de nuestros estudiantes matriculados, y un sesenta por ciento de los egresados, también son mujeres.

Y tras ella otras mujeres que sin duda son ejemplos como el tuyo que contribuyen a que podamos percibir que la igualdad entre mujeres y hombres, ya no es sólo una proclamación formal, impresa en nuestras leyes, exigida en nuestros comportamientos, sino que forma parte de la declaración de principios de la sociedad en la que vivimos, y cada vez está, y debe estar aún más, presente en nuestros hábitos y valores sociales.

Aunque quede un largo camino por recorrer, esta tarde, la concesión de la medalla de oro de la Universidad es un homenaje, también, a la mujer. Una mujer, encarnada en Adelaida, que es la primera en obtener tan alta distinción, pero estoy seguro que no será la última, sino una de las muchas que marcarán la historia de esta institución.

Así, rindiendo homenaje a una de las universitarias más destacadas de los últimos años, también construimos el futuro y abrimos la puerta de la esperanza en un mundo mejor. Más igual, más solidario y, sobre todo, más femenino.

Señoras y señores:

Adelaida de la Calle ha demostrado su capacidad de servicio con esta institución; durante, casi doce años Rectora de esta universidad, una cuarta parte de la historia de la Universidad de Málaga. La primera mujer elegida por sufragio universal y reelegida de forma consecutiva en dos elecciones.

Una Rectora que ha propiciado cambios importantes en la cultura y organización de esta Universidad.

Que ha liderado la implantación y consolidación del Espacio Europeo de Educación Superior, transformando y ampliando nuestra oferta académica.

Que ha impulsado de manera firme la investigación y la transferencia a través de la creación y consolidación de centros e infraestructuras de investigación y mediante alianzas estratégicas con otros sectores, especialmente con el Parque Tecnológico de Andalucía.

Hoy en día el Parque Tecnológico es una parte imprescindible de la Universidad, no sólo porque algunas de sus infraestructuras se ubican en el propio Campus Universitario sino porque la propia Universidad forma parte de su gobierno.

La estrecha relación con el entorno productivo ha sido una característica de su periodo de gobierno.  Colaboración y cooperación con instituciones públicas y privadas, con empresas, con asociaciones de empresarios, con todos aquellos grupos que han necesitado, y necesitan, del concurso de la universidad para obtener mejores resultados; con todos aquellos que puedan aportar a esta universidad valores para mejorar nuestra formación y nuestra investigación y facilitar el empleo de nuestros universitarios.

 

Adelaida de la Calle ha consolidado el Campus de Teatinos como eje vertebrador de la ciudad y como centro neurálgico de la actividad docente e investigadora de esta Universidad. La ampliación del Campus Universitario, como lugar de crecimiento y expansión de la Universidad, y como espacio de conocimiento, que alberga nuevos centros universitarios. 

Ha defendido la universidad abierta a todos. La proyección de la Universidad de Málaga  en su entorno es evidente, hoy forma parte indisoluble de la vida social y cultural de la ciudad a la que sirve y por la que trabaja.

Ha diseñado de forma inteligente el proceso de internacionalización de la Universidad de Málaga, con la construcción de los puentes de cooperación de Asia-Pacífico, Norteamérica e Iberoamérica, a través de proyectos internacionales de colaboración con universidades y centros de investigación de referencia y la creación de las oficinas internacionales en la universidad Incheon o en la universidad de Berkley.

Adelaida de la Calle ha tenido visión de futuro como impulsora, artífice y defensora de la alianza estratégica entre las universidades de Málaga y Sevilla, una alianza innovadora, a contracorriente en su momento, y que hoy supone un modelo de cooperación entre dos Universidades Públicas y ejemplo seguido por políticos y ciudadanos. El Campus de Excelencia Internacional Andalucía-Tech evidencia el valor de la cooperación y de las alianzas para conseguir mejores resultados, para conseguir más recursos para la investigación, para potenciar la innovación y para aglutinar la universidad, las instituciones y las empresas   en pro de un futuro mejor. Un proyecto de todos que aspira a ser uno de los ejes de innovación más atractivos de Europa.

Y todo ello, señoras y señores, con unas cuentas equilibradas y saneadas que garantizan un futuro económicamente sostenible de esta Universidad y muestran una vez más la responsabilidad de su gestión.

Pero su generosidad y su espíritu de servicio le llevó además a presidir la Universidades Públicas de Andalucía y posteriormente la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas quizás en uno de los periodos más duros en la política universitaria de este país. Adelaida supo defender la Universidad pública como modelo necesario para garantizar la igualdad de oportunidades para todos.

Y ese espíritu le ha llevado recientemente a encargarse de la política educativa de nuestra comunidad autónoma, también en la defensa de lo público, de la educación como un derecho, de la educación para todos. Sabes Adelaida que en ese empeño cuentas con el apoyo de todos nosotros y estamos seguros que sabrás transmitir a este gobierno autonómico que la apuesta y la defensa de la educación pública, de la Universidad pública, va más allá de las declaraciones de intenciones y de los discursos, que se necesita una política de hechos que demuestre que se cree realmente en lo que se dice.

Pero tu mayor legado ha sido personal. Tu talante y tu talento. Tu defensa de la igualdad de oportunidades y de la Universidad pública. Tu valor para alzar la voz cuando ha sido imprescindible y tu sabiduría para callar cuando era aconsejable.

Dialogante, luchadora, una mujer sin vértigo por el éxito, militante activa en la defensa y el ejercicio de los derechos y libertades, y comprometida socialmente

La historia de las instituciones se construye sobre la huella que marca el paso de quienes las defienden y las representan con tanta dignidad.

La medalla de oro de la Universidad de Málaga está hecha también con la aleación del cariño, la amistad y el agradecimiento que hoy te profesamos todos los universitarios malagueños, y yo especialmente, que he tenido la suerte de compartir contigo esta aventura y que he aprendido tanto de ti. Puedo decir con orgullo que he disfrutado de una maestra y amiga que me ha conducido sabiamente por la senda de la responsabilidad y el servicio a la Universidad Pública.

Recíbela como símbolo de nuestro reconocimiento y como prueba de nuestra admiración, que es la de este Claustro y la de toda la comunidad universitaria.

Gracias, por llevar siempre en el alma a la Universidad de Málaga y bienvenida a la historia de esta institución, que se reconoce en los valores que tú encarnas.

El reconocimiento que hoy te otorgamos es el premio a tu esfuerzo y dedicación y al trabajo extraordinario que has realizado por esta Universidad y en defensa de la educación pública.

Gracias en nombre de la Universidad de Málaga.