El Proyecto de Investigación del Plan Nacional coordinado desde la Universidad de Málaga ‘Votex4e’, que lidera el catedrático Ángel Rodríguez, lleva desde el año 2013 estudiando la reforma electoral y  los derechos de participación de los extranjeros residentes en España- 4.718.864, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE)-, ante la tendencia cada vez más generalizada de ligar el derecho de sufragio a la residencia y no a la nacionalidad. En el proyecto trabajan 14 investigadores de cuatro universidades distintas.

El catedrático de la UMA afirma que España, en este sentido, se sitúa en un lugar “muy modesto” ya que, aunque los no nacionales europeos pueden votar en las elecciones locales y al Parlamento Europeo, su participación en las generales o autonómicas exigiría una modificación de la Constitución. “En Europa existe una mayor apertura a la participación extranjera”, anuncia Ángel Rodríguez.

Además, el catedrático señala que en el caso de los ciudadanos extranjeros no comunitarios las trabas para ejercer el derecho a voto, son aún mayores. “Estos ciudadanos sólo pueden participar en las elecciones locales si previamente se ha suscrito un acuerdo entre países”,  destaca Rodríguez, quien también advierte de que actualmente se acogen a este concierto en torno a una docena, la mayoría latinoamericanos. “Resulta paradójico que los colectivos extranjeros con más población en España  se hayan quedado fuera, como por ejemplo el marroquí o el chino”. “Esto se explica porque nuestra Constitución exige reciprocidad entre países, un obstáculo importante, ya que el derecho al sufragio no debe verse como una cuestión de Estados”.

Los extranjeros ante las urnas
Actualmente el índice de participación de los extranjeros en los procesos electorales españoles continúa siendo muy bajo. Aunque no existen datos directos de participación, pueden estimarse en alrededor del  30 por ciento de los que tienen derecho a ello.

Rodríguez señala que los muchos trámites burocráticos que los foráneos tienen que superar para ejercer su derecho a voto no ayudan en este sentido. “Un extranjero que decida votar debe solicitarlo con anterioridad. A eso se suma que las papeletas sólo están impresas en castellano, por no hablar del desconocimiento en general”, dice. “Nuestra maquinaria electoral funciona muy bien pero los extranjeros son los grandes olvidados. No existe una verdadera atención a la diversidad”, sentencia.

Elecciones Municipales
En relación a las elecciones municipales celebradas el pasado día 23, el catedrático de la Universidad de Málaga señala que “por primera vez los españoles residentes en el extranjero no pudieron acudir a las urnas”. Se trata de una nueva reforma de la LOREG, Ley Orgánica del Régimen Electoral General, que sí que permite la participación en las elecciones nacionales y autonómicas. “Esta medida esconde las dos caras de la moneda. Por un lado, pretende evitar que en localidades pequeñas estos votos sean decisorios, ya que hablamos de residentes ausentes, y por otro, en cambio, supone desvincular de su origen a muchos ciudadanos que se han visto obligados a emigrar”, afirma.

Sufragio Pasivo
La presencia de concejales extranjeros en los ayuntamientos españoles también es un fenómeno que no ha pasado inadvertido ante los investigadores de la UMA. En este sentido, el catedrático informa de que es necesario ampliar el derecho de sufragio pasivo a los extracomunitarios, que todavía no pueden participar como candidatos en las elecciones municipales.

“En Málaga, en torno a una decena de Ayuntamientos ya cuentan con concejales europeos, un número muy significativo que, sin duda, crecerá, ya que las corporaciones locales se han dado cuenta de que son un enganche muy importante para ganar votos”, destaca.

El Proyecto ‘Votex4e’, además del análisis de todos los procesos electorales desde el punto de vista legal y teórico, también estudia los aspectos cuantitativos del sufragio, insistiendo en explicar cuál es el comportamiento de los extranjeros. Se trata de un proyecto interdisciplinar que lidera la UMA, pero que cuenta con la participación de las universidades de Sevilla, Oviedo, Córdoba y Cádiz. Perteneciente al Plan Nacional de Investigación, se dilatará hasta el próximo 2016 con el objetivo de analizar todos los procesos electorales abiertos este año.