El 31 de marzo se celebra el Día Mundial contra el Cáncer de Colon, el tercero más frecuente en los hombres, por detrás del de pulmón y próstata; y el segundo en las mujeres, solo superado por el de mama, según datos de la Asociación Española contra el Cáncer.

Profesores del grupo ‘FYBOA’, del departamento de Ecología de la Universidad de Málaga, han dado un paso más en la lucha contra esta afección que, cada año, provoca el fallecimiento de más de 15.000 personas. En el marco de su línea de investigación preclínica, que estudia el potencial antitumoral e inmunoestimulador de productos naturales, han evidenciado el efecto positivo del consumo de propolis, una resina elaborada por las abejas, frente al cáncer de colon.

“La miel y el propóleo presentan una elevada actividad antioxidante, 26,54 por ciento y 81,82 por ciento, respectivamente. Sin embargo, la miel de castaño analizada no presenta toxicidad alguna frente a los macrófagos de ratón, a diferencia del propóleo que sí lo hace en bajas concentraciones”, explica el investigador Félix López Figueroa.

En este sentido, el profesor de la UMA afirma que mientras la miel no demuestra actividad antitumoral en ninguna de las dos líneas celulares que el grupo estudia, el propóleo sí la presenta frente al cáncer de colon y también en la leucemia humana.

Propóleo

El propóleo se conoce desde la antigüedad y ha sido ampliamente utilizado por diferentes culturas con múltiples finalidades. Los egipcios se beneficiaron de sus propiedades anti putrefacción para embalsamar a sus muertos. Los médicos griegos y romanos lo utilizaron como antiséptico y agente cicatrizante. En la cultura inca se usaba como antipirético y en las farmacopeas de Londres del siglo XVVII aparece como una medicina oficial.

En la actualidad, se ha comprobado que posee capacidad antimicrobiana, anestésica cicatrizante y antiinflamatoria, que están directamente relacionadas con su poder antioxidante y su capacidad de retención de radicales libres, así como, propiedades antiulcerosas y hepatoprotectoras.

Este trabajo se ha realizado en cooperación con la empresa ‘Bee Garden Málaga’ que, formada por investigadores biólogos, químicos y técnicos en apicultura y medioambientales, ha sido la encargada de suministrar el propolis y también la miel de sus propias colmenas, que proceden de la zona de Málaga, Axarquía y Sierra de las Nieves.

Publicado en la revista científica ‘Ars Pharmaceutica’, la autora principal es Elisa del Río, que realizó la investigación en el marco de su Trabajo Fin de Master (Programa Biotecnología Avanzada). Asimismo, el profesor de la Facultad de Ciencias Roberto Abdala también ha participado en el estudio y, además, se ha contado con el apoyo de la Unidad de Cultivos Celulares de los Servicios Centrales de Apoyo a la Investigación (SCAI), donde el grupo ‘FYBOA’ cuenta con distintas líneas celulares, tanto de células sanas como tumorales.

23-03-2018