La relación entre la democracia y la crisis ha sido hoy analizada en la Facultad de Derecho de la Universidad de Málaga, dentro del seminario que, con el mismo nombre, ha organizado el Centro de Estudios Andaluces.

El encuentro parte del objetivo de reflexionar sobre la relación que existe entre crisis y democracia en el contexto actual de desprestigio de las instituciones, con conocidos casos de corrupción y con una ciudadanía que no se siente representada por la clase política. Todo ello cuestiona la calidad de nuestro sistema de gobierno.

El programa de esta cita científica fue inaugurado por la directora del Centro de Estudios Andaluces, Mercedes de Pablos, y el decano de la Facultad de Derecho, Juan José Hinojosa. Participaron con ponencias el catedrático de Ciencia Política y de la Administración de la Universidad Autónoma de Madrid, Fernando Vallespín y el catedrático de Ciencia Política de la Universidad de Málaga e investigador del Centro de Estudios Andaluces, Ángel Valencia. Sus intervenciones llevaron por título ‘Entre la tecnocracia y el populismo’ y ‘Andalucía: ¿Una sociedad desanimada por la crisis?’.

Tras un debate con los asistentes tuvo lugar la segunda de las sesiones con dos nuevas conferencias y un debate. Intervino en primer lugar el catedrático de Ciencia Política y de la Administración de la Universidad Autónoma de Barcelona, Joan Subirats, con la conferencia ‘Democracia en el cambio de época, ¿Nuevas respuestas o nuevas preguntas?’. También participó la catedrática de Filosofía Moral de la Universidad de Valencia y directora de la Fundación ETNOR, Adela Cortina, quien cerró el seminario con su intervención dedicada a ‘Caminos hacia una Democracia auténtica’.

Entre las cuestiones de plena actualidad que se abordaron en el seminario ‘Crisis y democracia’ surgió el debate de la crisis de la izquierda y de la derecha y la tecnocratización de la política, además del reto de plantear alternativas a la situación de descontento social.

En este sentido, Fernando Vallespín aseguró que “estamos perdiendo de vista el tipo de crisis al que nos enfrentamos, que no es solo económica, sino una profunda reestructuración del poder económico y político”. Añadió que el conflicto surge cuando “los países tienen que aplicar políticas que no han decidido ellos, sino que les vienen impuestas por otros”, tal y como está ocurriendo en la Unión Europea.

A juicio de este experto en Ciencia Política, la crisis de la democracia “es una crisis de representación”. A este respecto, recordó el grito del 15M (‘No nos representan’) y se mostró convencido de que el mensaje “tiene mucho más calado de lo que nos creemos”, tras lo que aseguró que la tecnocracia que deriva del sistema político actual “no representa a nadie, sino a la reproducción del sistema”.

El desprestigio de la política también estuvo presente en esta aula de la Facultad de Derecho, que no escapó del análisis de la corrupción (“el control del dinero que se escapa a los controles de los países”) y a la progresiva pérdida de los derechos sociales.