El respirador artificial desarrollado por investigadores de la Universidad de Málaga, junto con científicos de IBIMA y médicos de los hospitales universitarios Regional de Málaga y Virgen de la Victoria, para reforzar la asistencia sanitaria por el COVID-19, ya cuenta con la autorización de la Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios (AEMPS), tras superar todos los requerimientos necesarios para su homologación de manera satisfactoria.

La Consejería de Salud y Familias de la Junta de Andalucía ha recibido dicha autorización por parte de la AEMPS, que homologa al respirador ‘Andalucía Respira’ para su fabricación.

Hasta llegar aquí, el dispositivo ha tenido que pasar múltiples pruebas de carácter técnico bajo la supervisión de una empresa certificadora. La última, esta misma semana, referida al electromagnetismo, de especial importancia ya que incide de manera directa en la seguridad del dispositivo, tanto para el paciente como para la interferencia con el resto de equipamiento sanitario en una unidad de cuidados intensivos.

Igualmente, otra de las pruebas realizada con éxito fue la relacionada con la autonomía del aparato con un sistema de alimentación ininterrumpida (SAI) necesario para evitar que deje de funcionar por picos repentinos de tensión eléctrica, cuya duración fue de 48 horas.

Junto a estas últimas certificaciones técnicas, el respirador desarrollado por investigadores de la UMA ha tenido que superar también dos ensayos clínicos con humanos. El primero tuvo lugar en el Hospital de Antequera el  lunes 30 de marzo y el segundo, el pasado el jueves 2 de abril, en el Hospital Virgen de las Nieves de Granada. Los dos se realizaron durante cuatro horas en pacientes con diagnóstico de Covid-19 y hospitalizados en UCI, dando como resultado indicadores de éxito que validan esta tecnología.

Además, anteriormente, tras una fase de ejecución del primer prototipo en dos días, se completó de forma exitosa también una prueba en pulmón artificial y otra en un animal.

Con todo, el resultado ha sido un quinto modelo de 'Andalucía Respira', un prototipo de carácter industrial, que servirá como guía en la producción de respiradores que pueden ser utilizados en las UCI de los hospitales.

Así, tras obtener la homologación, se estima que tenga un ritmo de fabricación de unos 50 respiradores a la semana, un proceso en el que participarían empresas de Sevilla, Jaén y Cádiz, además de Málaga, ciudad de donde partió este proyecto, a partir de la idea del cirujano cardiovascular Ignacio Díaz de Tuesta, del Hospital Universitario Regional de Málaga.

Respirador

 Se trata de un nuevo dispositivo basado en piezas industriales comunes, que se podría fabricar en un tiempo aproximado de dos horas, respondiendo así a la necesidad de proporcionar más respiradores a las unidades de cuidados intensivos (UCI) de los hospitales, que estas semanas se están viendo sobrecargadas para atender a pacientes con patología respiratoria causada por el coronavirus.

Una alternativa real a los actuales respiradores homologados, ya que evita piezas relacionadas con estos respiradores, para eludir un posible desabastecimiento de este tipo de materiales, teniendo en cuenta las circunstancias actuales a nivel mundial. Asimismo, no lleva componentes móviles, reduciéndose el riesgo de fallo mecánico o fatiga de materiales.

Equipo multidisciplinar

Para su diseño se ha contado con un equipo multidisciplinar, en el que además de los investigadores de la UMA -encargados de trasladar la idea a la ingeniería aplicada a la salud- han participado profesionales sanitarios de los hospitales universitarios Regional de Málaga y Virgen de la Victoria y científicos del Instituto de Investigación Biomédica de Málaga (IBIMA).

Víctor Muñoz y Carlos Pérez del Pulgar, profesores de Ingeniería de la Universidad de Málaga, han sido los responsables del sistema de montaje y diseño del circuito y de la programación del automatismo de este prototipo, respectivamente; un trabajo en el que también ha colaborado la investigadora de la UMA Mª Victoria de la Torre y el veterinario de esta institución Ricardo González-Carrascosa, quien coordinó el ensayo en modelo animal, en una fase previa, que tras 24 horas de funcionamiento obtuvo también resultados positivos.

En el equipo multidisciplinar han participado igualmente el cirujano cardiovascular Ignacio Díaz de Tuesta- impulsor principal de este proyecto-, el intensivista y coordinador clínico Miguel Ángel Prieto, ambos del Hospital Universitario Regional de Málaga, y José Luis Guerrero Orriach, anestesista e intensivista del Hospital Universitario Virgen de la Victoria de Málaga. Este equipo médico ha contado con el asesoramiento del cirujano torácico y asesor científico del Hospital Universitario de Salamanca Gonzalo Varela Simó.

Igualmente, en el desarrollo de este prototipo también han trabajado científicos del IBIMA, como su director, Francisco J. Tinahones, la responsable de la Unidad de Innovación de este instituto de investigación malagueño, Isabel Guerrero y su gerente, José Miguel Guzmán, así como un buen número de empresas que, de manera solidaria, han contribuido a aportar material para poder producir este prototipo, entre las que se encuentran Veolia, CATS y Dekra.

El proyecto está coordinado por la Fundación Progreso y Salud, adscrita a la Consejería de Salud  y Familias de la Junta de Andalucía.